La madre del jesuita ecuatoriano asesinado en Moscú pide ayuda para repatriar su cuerpo

Quito.-  La madre del jesuita ecuatoriano Víctor Betancourt Ruiz, asesinado en Moscú en días pasados, solicitó ayuda de esa comunidad religiosa en Ecuador para repatriar el cadáver de su hijo, informó hoy la televisión local.

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(EFE)

María Ruiz, madre del fallecido, dijo al canal TC-Televisión que esperaba el apoyo de la congregación jesuita para que el cadáver de su hijo pueda ser sepultado en el país.

María Ruiz, madre del fallecido, dijo al canal TC-Televisión que esperaba el apoyo de la congregación jesuita para que el cadáver de su hijo pueda ser sepultado en el país.

La mujer recordó que su hijo viajó a Rusia hace ocho años, cuando decidió ser sacerdote apoyado por su padre, quien falleció en 2007 y a cuyo sepelio acudió el jesuita, última vez en la que sus familiares lo vieron con vida.

"Estuvo aquí", en Ecuador, para el sepelio de su padre, pero volvió a Rusia porque "tenía que presentarse" en su congregación, señaló Ruiz, aunque indicó que su hijo, de 48 años, se comunicaba por teléfono habitualmente.

La madre, que ha elaborado un pequeño altar con las fotos de su hijo, no quiso referirse a las circunstancias del fallecimiento de Víctor, aunque dijo que detrás del crimen podrían estar involucrados otros latinoamericanos.

"No sé cómo habrá sido, qué habrá pasado", pero "no ha de ser problema con los rusos, sino que dicen que pueden ser latinos", los involucrados en el hecho, añadió.

Víctor y otro jesuita fueron encontrados asesinados el martes pasado en Moscú, en circunstancias que aún se desconocen, según fuentes de las fuerzas de seguridad en la capital rusa.

Los cuerpos fueron hallados en "un apartamento, propiedad de la orden religiosa", dijo un portavoz policial.

Según un comunicado del comité de instrucción de la Fiscalía rusa, "la investigación estudia todas las versiones posibles de lo ocurrido", ya que, al parecer, se había celebrado una pequeña fiesta en el apartamento.

En el momento del hallazgo de los cuerpos la puerta de la vivienda estaba abierta y, según los primeros datos, del apartamento no habían desaparecido objetos de valor.