La última mierda

"Tú sí que eres la última mierda que cagó Pilatos", soltó Manolo Lama, desde su butaca en el plató de informativos de Cuatro, tras un vídeo en el que aparecía Manolo Preciado, entrenador del Sporting de Gijón. Y se quedó tan ancho. En Cuatro, la cadena de Prisa, grupo dirigido por el académico de la lengua Juan Luis Cebrián, no sólo no han puesto inmediatamente de patitas en la calle a Lama por gañán y por zoquete, sino que le permitirán presentar los deportes del informativo de hoy y seguir teniendo acceso a un micrófono de la cadena SER. Así de exigentes son los grandes grupos de comunicación con quienes generan audiencia a cualquier precio.

"Las palabras forman parte de nuestra percepción de lo real y pronunciadas o escritas toman caminos imprevisibles que pueden ser destructores", escribía Yasmina Reza el pasado día 16 en Le Monde (gracias, Juan Goytisolo). En boca de Lama las diez palabras que forman la frase "Tú sí que eres la última mierda que cagó Pilatos" toman caminos muy previsibles, por necias, insolventes, torpes e incapaces de producir ninguna sensación interesante. Sólo pueden destruir a quién las pronuncia.

La intolerable deposición verbal de Manolo Lama, periodista tabernario, se inspiró en unos comentarios del entrenador del Gijón durante la rueda de prensa del partido que su equipo ganó al Deportivo de la Coruña. "Ni antes, cuando perdimos 6-1 y 7-1 con el Madrid y el Barça, éramos la ultima mierda que cagó Pilatos, ni ahora somos el Bayer Leverkusen", dijo Preciado en declaraciones recogidas por todos los informativos de las otras cadenas. Informativos que emitieron las imágenes, y punto: ni por asomo llegaron tan lejos como el descargador de muelles que ejerce de periodista deportivo en Cuatro.

¿El excremento verbal de Lama se debe a un calentón por exceso de celo profesional? Me extrañaría mucho, tal y como está el panorama laboral español. Gómez Navarro, presidente de las Cámaras de Comercio y ex ministro socialista, está convencido de que los trabajadores españoles no rinden. "Hay que convencer a los sindicatos de que deben dejar de proteger a los vagos", asegura en unas declaraciones recogidas por 'El Mundo' en su portada de ayer. Tiene razón este socialista de pro, como la tiene Celestino Corbacho, ministro de Trabajo, quién también en el diario de Pedro J. dice que "es una barbaridad que alguien se jubile a los 48 años. El ERE no puede servir para prescindir de los mayores y fichar a jóvenes con menor salario".

Lástima que los chicos de ZP no se dieran cuenta de esto antes de hacer la limpia en nuestra RTVE, hasta hace poco llena de viejos y vagos. Ahora ya es tarde, y sólo pueden pedir al pueblo llano austeridad frente a la crisis. ¿Austeridad para qué, para quién, para cuándo? ¿Para un ERE televisivo que cuesta una fortuna al Estado, responsable de las jubilaciones? ¿Para unas televisiones públicas ruinosas (sólo Castilla La Mancha Televisión, cadena que basa su programación en las retransmisiones taurinas, cuesta setenta millones de euros al año)? ¿O quizá para seguir manteniendo los 30.000 coches oficiales que circulan por las carreteras españolas (los mismos que en Estados Unidos, con una población seis veces superior)?

Cuatro cerró el informativo de las nueve, en ese horario ya sin Lama en los deportes, con un anuncio que ha obtenido multitud de premios en diferentes festivales sobre publicidad. Un anuncio visionario que cuenta cómo deberían afrontar la crisis los altos ejecutivos… y algunos ministros y presidentes de las Cámaras de Comercio.