Montpellier pide que se reconozca la labor de los exiliados españoles en la resistencia

Montpellier (Francia).-  La aportación de los exiliados republicanos españoles a la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial fue "única" y debería ser reconocida públicamente, afirmó hoy el director de investigaciones del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, Denis Peschanski.

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(EFE)

La directora de cine Irene Cardona, responsable de "Un novio para Yasmina", única película española en competición en el Festival de Cine Mediterráneo de Montpellier.

Ante un auditorio compuesto en su mayoría por esos exiliados o sus hijos, Peschanski explicó en una conferencia el papel que jugaron estas personas, que huyeron de España tras la caída de la república y que se quedaron en Francia ante la imposibilidad de regresar por el veto del régimen de Francisco Franco.

Alrededor de 250.000 españoles llegaron a Francia, la mayoría en 1939, y de ellos se quedaron 140.000, destacó Peschanski en un acto celebrado en el marco del 30 Festival de Cine Mediterráneo de Montpellier, que rinde un homenaje a los exiliados republicanos españoles.

El que una gran parte de esos exiliados se quedaran en la región de Languedoc-Rousillon -cuya capital es Montpellier- es la razón que ha llevado a las autoridades a organizar toda una serie de celebraciones con motivo del 70 aniversario de la retirada republicana de Barcelona, que se celebrará el próximo año.

El homenaje del Festival de Montpellier es el primer acto y la conferencia de Peschanski el primer lugar en el que se ha pedido un reconocimiento público para la aportación de estos españoles, algo que han agradecido entre lágrimas muchos de los presentes, que han recordado con voz entrecortada sus duras historias personales.

"Es un combate histórico que debemos hacer juntos, el combate de la memoria", dijo el historiador, que destacó además el sufrimiento de muchos de esos españoles que, una vez en Francia, fueron internados en campos como los de Argéles o Rivesaltes, en el sur del país.

Porque estos exiliados no podían volver a España por la certeza de que serían represaliados, pero en Francia sufrieron durante unos años una "represión terrible", especialmente entre 1940 y 1942, por su pertenencia al movimiento de resistencia francés contra el régimen de Vichy.

Aproximadamente 1,5 millones de extranjeros llegaron esos años a Francia, de los que 800.000 eran polacos, 500.000 italianos y 250.000 españoles. De ese total, unos 350.000 acabaron en los campos.

Además, la presión del Gobierno de Franco llevó a la realización sistemática de redadas en Francia. Unos 10.000 españoles detenidos fueron enviados al campo de concentración de Mauthausen (Austria), dónde murieron la mitad, según los datos de Peschanski.

De ahí la importancia del "Museo memorial del campo de Rivesaltes" (al norte de Perpiñán), un proyecto que se prevé vea la luz en 2010 y con el que la región de Languedoc-Rousillon y el Consejo General de los Pirineos Orientales quieren homenajear a las personas que en un momento u otro pasaron por esos campos.

A los exiliados españoles pero también a los judíos, a los gitanos o a los harkis -argelinos que combatieron en las filas del Ejército francés durante la guerra de independencia de Argelia.

El objetivo es que la situación de todas estas personas sea conocida por los demás. "Que no se quede entre nosotros", agregó Peschanski.

Y para continuar con este homenaje iniciado en Montpellier, habrá toda una serie de actos que se prolongarán hasta el próximo mes de junio y que incluyen desde proyecciones de cine y debates a exposiciones, conferencias itinerantes o la celebración de un coloquio internacional sobre las brigadas internacionales.

Actos que se celebrarán en los departamentos de Aude, Gard, Hérault, Lozère y Pirineos Orientales.

Todo ello para tratar, de alguna manera, de paliar el silencio en el que han vivido estas personas, como se quejaban hoy muchos de sus descendientes.