El fiscal mantiene los 13 años para el acusado de matar a un joven en una discoteca

Madrid.-  La Fiscalía de la Audiencia Provincial de Madrid ha mantenido hoy su petición de pena de 13 años de prisión para el joven acusado de matar de una puñalada a otro en la discoteca madrileña Joy Eslava en la madrugada del 26 de diciembre de 2006.

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(EFE)

La Fiscalía de la Audiencia Provincial de Madrid ha mantenido hoy su petición de pena de 13 años de prisión para el joven acusado de matar de una puñalada a otro en la discoteca madrileña Joy Eslava en la madrugada del 26 de diciembre de 2006. En la imagen, de espaldas.

La representante del Ministerio Público ha justificado su petición basándose en las declaraciones de los testigos, que según ella han dicho "de forma clara y consecuente" que aquella noche se produjo un primer incidente entre un grupo de árabes y otro de españoles, entre los que se encontraban el acusado Rachid Taichi y el fallecido Roberto G.G.

Según la declaración de varios de esos testigos, la primera pelea habría estado motivada por un acercamiento de los árabes hacia las chicas del grupo de Roberto G.G. con la intención de "ligar", pero la seguridad del local supuestamente intervino y solucionó el conflicto.

El encargado del local convenció a Roberto y a sus compañeros para que no abandonaran la sala, pero cuando éste, acompañado de su hermano y otro amigo, se acercó a la barra central, los miembros del otro grupo salieron del baño y Rachid dirigió una mirada desafiante a Roberto colocándose enfrente de él, y entonces -ha reseñado la fiscal- le asestó una sola puñalada.

Además, ha recordado que el médico forense indicó que Roberto presentaba una herida cerca de la ingle, zona que ha tildado de "vital", y que sólo le pudo provocar una persona que se colocara frente a él y que fuese zurda, "como Rachid".

La fiscal ha destacado que quien llevaba el arma blanca era Rachid y no Roberto, como el acusado sostuvo en su declaración, y que por tanto fue éste quien inició el ataque.

El abogado de la defensa, Manuel Alonso, ha mostrado su desacuerdo y ha señalado que "se han vulnerado los derechos fundamentales" de su cliente, puesto que no se le ha permitido solicitar que se analizaran las huellas de la empuñadura de la navaja para determinar quién era el dueño.

Alonso ha abandonado la línea de la legítima defensa y, ante el reconocimiento de los hechos por parte de su cliente, ha alegado que el ataque "no fue intencionado", por lo que solicita para él la libre absolución.

El letrado de la defensa ha pedido al jurado -que comenzará a deliberar mañana- que en sus debates se ajusten "a la versión que más se acerque a la realidad", mientras que el abogado de la acusación particular, Álvaro Castellano Leyva, les ha suplicado: "Por favor, hagan justicia".

Castellano ha mantenido su solicitud de pena de 20 años de cárcel para Rachid, al considerarle responsable de un asesinato, y no de un homicidio, puesto que el ataque, según ha señalado, fue "sorpresivo", y "en cuestión de dos o tres segundos" el procesado sacó la navaja sin permitir que la víctima pudiera defenderse.