El Gobierno francés apela a la confianza tras dimitir la cúpula de Caisse d'Èpargne

París.-  El Gobierno francés envió hoy un mensaje de confianza a los ahorradores tras la dimisión de los tres máximos responsables de Caisse d'Épargne, como consecuencia del "incidente" de mercado que llevó al grupo de cajas de ahorro francesas a perder 600 millones de euros.

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(EFE)

El presidente de Caisse d'Epargne, Charles Milhaud.

"No hay sombra de inquietud sobre" los ahorros, sentenció la ministra de Economía, Christine Largarde, en la emisora "Europe 1" para mandar un nuevo mensaje de tranquilidad a los particulares, a tenor de las constantes convulsiones del sistema financiero.

Calificó como "algo bueno" la dimisión de los dirigentes de Caisse d'Épargne, en una reunión de urgencia del consejo de vigilancia el domingo, tras la caída previa del gerente de la cartera bursátil del banco, su equipo y el director financiero, tras conocerse el pasado viernes las pérdidas multimillonarias.

Sin embargo, la tranquilidad no llega a la Bolsa parisina, donde todos los valores de las entidades de crédito registran importantes pérdidas en la primera sesión de cotización tras la renuncia de los responsables del Caisee d'Épargne y ante los nuevos rumores de ampliación de capital de Société Générale.

La presidencia del grupo ha sido asumida por el que era el responsable del directorio de la región parisina, Bernard Comolet, en sustitución de Charles Milhaud, mientras que Alain Lemaire, anterior dirigente de Caisse d'Épargne en el departamento de Provence-Alpes-Corse será el nuevo director general.

La dimisión de la cúpula de la mutualista también se llevó por delante al responsable financiero, Julien Carmona.

Los dirigentes han asumido sus responsabilidades, tal y como pedía el Palacio del Elíseo, y al contrario que hace nueve meses, cuando Société Générale vivió una situación similar.

Entonces el banco no entregó la cabeza de su presidente, Daniel Bouton, tras el agujero de 4.900 millones de euros que ocasionaron las prácticas fraudulentas de uno de sus operadores de mercados, Jérôme Kerviel.

El presidente de Caisse d'Épargne explicaba que la pérdida de 600 millones "es consecuencia a la vez de la excepcional volatilidad de los mercados y de la violación de las instrucciones que el director" y él mismo habían dado.

Tomó la decisión para ejemplarizar con un "comportamiento irreprochable", explicó al consejo al dimitir.

La semana del 6 de octubre, los operadores de la mutualista tomaban posiciones de riesgo y apostaban -superando los límites autorizados- por un resurgir bursátil.

Pero el mercado, inmerso en una lógica de abrupta inestabilidad en los últimos tiempos, vivió una semana negra y arrastró en su caída a los funambulistas financieros de Caisse d'Épargne, que vieron cómo el índice de referencia en París, CAC-40, se desplomaba un 22,2 por ciento esa semana.

El resultado fue la caída más importante de la historia del índice desde su creación en 1987 para el CAC-40, y un agujero de 600 millones de euros en pérdidas para el banco, un jarro de agua fría para la confianza de los ahorradores, mermada ya tras las múltiples turbulencias del sistema financiero en todas las latitudes.

Esa misma semana, el 8 de octubre, Caisse d'Epargne y Banques Populaires revelaban que estaban en negociaciones para fusionarse y dar lugar a la segunda entidad bancaria del país, con más de 40.000 millones de euros de fondos propios y una red de 8.200 sucursales.

La prensa francesa situaba la firma del acuerdo, que contaba con el beneplácito del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, antes de final de año.

El presidente de Banques Populaires, Philippe Dupont, ha asegurado, no obstante, que la fusión entre ambas entidades seguirá adelante, a pesar del "serio incidente" bursátil.

Dupont considera "normal que la dirección asuma sus responsabilidades" y precisa que el grupo que dirige tiene límites y que no especula.

Además del agujero de Caisse d'Épargne y el de Société Générale el pasado enero, la banca francesa ya había conocido incidentes similares en el pasado reciente.