¡Por fin unos ejecutivos que no se irán de rositas!

El plan de rescate de Merkel parará los pies a la avaricia de los banqueros alemanes. El gobierno germano ha puesto una serie de condiciones para los bancos que quieran recibir una inyección económica. Una de ellas es limitar el salario de sus dirigente a 500.000 euros anuales. Aunque la cifra suena desorbitada, la medida trata de asegurar que los banqueros no se saquen tajada del dinero estatal. Toda una novedad y una alegría para el contribuyente.

(EFE)

Deutsche Bank es uno de los primeros bancos alemanes.

Hasta ahora la sensación era que mientras la economía de medio mundo se tambalea, los banqueros se mantienen ilesos. Y de hecho en la mayoría de los países lo sigue siendo. Los Bolsas bajan, miles de personas son despedidas, los planes de rescate se suceden desde la quiebra de Lehman Brothers... pero ellos están a salvo. Salen de rositas mientras el resto pagan el pato de la crisis con los recortes de empleo. Algo que no volverá a suceder en Alemania o al menos, eso es lo que trata de intentar las condiciones impuestas por Merkel.

La medida es toda una novedad. En la cumbre europea del pasado 12 de octubre se habló de la posibilidad de hacerlo, pero sólo Alemania ha decidido esbozarlo. El resto de los banqueros de los catorce reunidos seguirán como antes. Ni congelación de suelos, ni de indemnizaciones... e incluso algunos beneficiados. Sólo hay que remitirse a los hechos. Este fin de semana el diario británico The Guardian publicaba que los empleados de los principales bancos de Wall Street recibirán 70.000 millones de dólares en nóminas, bonificaciones, repartos de beneficios o 'extras' durante este año. Nada más y nada menos que una décima parte del dinero que destinará el plan de Estados Unidos para rescatar la economía. Y otra vez la polémica, ¿es normal que en plena crisis se paguen este tipo de bonificaciones?

Éste es sólo un ejemplo. Hay más. Los directivos de la entidad finaciera Fortis celebraron el primer gran rescate europeo a base de bien. Una comida de 150.000 euros en el Louis XV de Mónaco, el más caro de todo el principado y con tres estrellas de la Guía Michelín. ¡Y qué decir de la semana de vacaciones en una exclusiva playa de California de la que disfrutaron los ejecutivos de la aseguradora AIG sólo unos días después de que el gigante tuviera que ser rescatado!

Todo esto contribuye a que la mala imagen de los banqueros vaya cada vez a más. Según una encuesta publicada por Financial Times, los europeos creen que ellos son los principales culpables de la crisis financiera global. Se salva el sistema financiero pero no ellos. La mayoría de los entrevistados ( 6.276, en total) cree que la culpa es del abuso que se ha hecho del capitalismo.