Los profesores reviven el desfile de hace 5 siglos en la Universidad de Alcalá

Alcalá de Henares.-  Un desfile ceremonial abierto por los maceros, al son de un Larguetto de Mozart interpretado por un "chirimías", ha marcado hoy el preludio de los actos conmemorativos del 500 aniversario de la primera clase que se impartió en la Universidad de Alcalá, en 1508.

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(EFE)

Cerca de 200 profesores universitarios, vestidos con el traje académico, han recorrido hoy en comitiva el centro de Alcalá de Henares (Madrid) como se hacía cientos de años atrás para conmemorar el 500 aniversario de la primera clase que se impartió en la Universidad alcalaína.

Mas de 200 profesores de la Universidad de Alcalá, ataviados cada uno con su traje de gala académico, han participado en el desfile que ha recorrido el centro de la ciudad emulando al que realizaron hace 500 años los primeros colegiales -profesores- de la Universidad alcalaína.

Los birrete y togas de los profesores, en morado claro (sicología), naranja (economía), azul oscuro (ciencias), rojo (derecho), gris (enfermería), morado oscuro (farmacia), marrón (ingenierías) y amarillo (medicina); ha dado el toque de color al desfile que ha comenzado, como antaño, en la catedral Magistral.

Hace 500 años, los siete primeros colegiales -profesores- de la Universidad de Alcalá de Henares habían llegado a Alcalá el día 24 de julio de 1508, en la víspera del apóstol Santiago.

Al día siguiente, acompañados de más de 500 estudiantes, fueron en procesión hasta la parroquia de Santiago para encomendar a Dios la nueva Universidad, creada en 1499 mediante una bula papal de Alejandro VI concedida al cardenal Cisneros.

Después, el cardenal Cisneros bendijo sus mantos y becas y con ello quedó inaugurada la Universidad, que empezó a funcionar de forma efectiva el día 18 de octubre de 1508, festividad de San Lucas.

Hoy, en la catedral Magistral, los profesores y el resto de la comitiva han escuchado música de órgano y al coro de la Universidad, y también las palabras del obispo de la diócesis de Alcalá, Jesús Catalá, quien emulando aquel apadrinamiento del cardenal Cisneros, ha animado a los responsables de la institución académica a proseguir "su importante labor docente".

Después, el acto civil por las calles históricas de Alcalá de Henares, y entre los arcos de los soportales de la calle Mayor, el futuro: decenas de niños que han seguido con gran interés este colorido desfile con aplausos y apretones de manos.

Al llegar a la plaza de Cervantes, otro peculiar séquito se ha sumado a esta "procesión civil": un grupo de estudiantes contrarios al Plan Bolonia han escenificado la "muerte" de la Universidad Pública con flores, velas y pancartas. Son los únicos estudiantes universitarios que han participado en el desfile, a su manera.

El desfile ha entrado en el Colegio de San Ildefonso, sede del Rectorado y primigenia Universidad Cisneriana (siglo XVI) y se ha disuelto en su entrada al Paraninfo, donde el escritor mejicano y Premio Cervantes 1987, Carlos Fuentes, se ha subido a la Cátedra.

Fuentes ha impartido la conferencia inaugural bajo el título de "Los hijos de la Mancha: ascendencia y descendencia", al igual que hace 500 años lo hiciera el primer profesor de esta Universidad, Pedro de Lerma, para hablar de Ética.

El rector de la Universidad de Alcalá, Virgilio Zapatero, también ha tomado la palabra para nombrar el pasado, pero, sobre todo, hablar del futuro, y ha dicho que en esta situación de inseguridades e incertidumbres, esta institución no va "a paralizar el programa de modernización y europeización", "sino, al contrario", lo va "a acelerar aún más".

Zapatero ha abogado porque la Universidad sea impulsora del conocimiento y la formación de profesionales, pero ha añadido: "ojalá que estos 500 años nos sirvan para recuperar ese papel histórico de nuestra Universidad como conciencia crítica de la sociedad".

El "Gaudeamus Igitur" ha sonado en el Paraninfo después de la toma de posesión de los nuevos catedráticos y profesores y la lectura de la memoria académica y se ha quedado ahí, suspendido en ese edificio centenario, como muestra y homenaje a todo el saber que, durante siglos, ha resonado en sus muros.