Las bolsas europeas reaccionan a los tambores de recesión con pérdidas

Fráncfort (Alemania).-  Las bolsas europeas, tras un balón de oxígeno que apenas duró dos días, volvieron a desplomarse hoy ante los indicios cada vez más consistentes de que la crisis financiera internacional ha salpicado a la economía real.

La bolsa española bajó hoy el 5,06%, la quinta mayor caída del año, y se situó en 9.700 puntos, afectada por la recogida de beneficios y el retroceso de las plazas internacionales.

En la misma línea, Londres bajó el 7,16%; París el 6,28%, Milán el 5,33%, Fráncfort el 6,49%, Zúrich el 5,58%, y Lisboa un 3,06%.

Los mercados no prestaron demasiada atención a la caída del IPC alemán -una décima, hasta el 2,9%- y de la zona euro en septiembre -dos décimas, hasta el 3,6%-, pero sí a la apertura a la baja de Wall Street y la difusión de resultados empresariales.

La Bolsa de Nueva York abrió hoy con descenso del 3,35% en el índice Dow Jones de Industriales, debido a la bajada en septiembre de las ventas minoristas en Estados Unidos y en una jornada cargada de resultados empresariales.

El banco estadounidense JP Morgan Chase anunció hoy que en los nueve primeros meses del año ganó 4.903 millones de dólares, un 60 por ciento menos que en igual período de 2007, cuando tuvo un beneficio neto de 12.394 millones de dólares.

La aerolínea estadounidense Delta Air Lines anunció que en los nueve primeros meses del año perdió 7.484 millones de dólares debido a los altos precios del combustible, frente a una ganancia de 1.682 millones de dólares en igual período de 2007.

Los inversores se mostraban pesimistas después de que el Departamento de Comercio anunciara que las ventas minoristas en septiembre bajaron el 1,2%, la peor caída en tres años.

El Gobierno también informó de que el índice de precios de productor (IPP) bajó un 0,4%, el segundo descenso consecutivo.

Estos datos económicos negativos contrarrestaron el efecto positivo que podrían haber tenido unos resultados mejores de lo esperado de Intel, Wells Fargo y JPMorgan Chase.

"El ambiente de fiesta de los dos últimos días ha terminado abruptamente. La crisis financiera ha conducido a la economía real a las puertas de la recesión", afirmó Robert Halver, de Baader Bank.

La canciller alemana, Angela Merkel, confirmó a primera hora de la mañana los pronósticos de los analistas y en una intervención ante el Bundestag declaró que la economía mundial se encuentra ante "su máxima prueba desde la década de los años veinte".

Merkel pidió por ello pidió el respaldo de los diputados al paquete de rescate bancario aprobado por su gobierno en coordinación con otros países, voto previsto para el próximo viernes.

Tras el cierre de los mercados europeos, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, advirtió hoy de que aunque la estabilización de los mercados financieros es necesaria, ésta no será suficiente para garantizar la recuperación económica.

La práctica totalidad de los valores bursátiles europeos registraron pérdidas, pero a diferencia de días anteriores, en la sesión de hoy flaquearon también gigantes industriales.

En Fráncfort, el grupo energético RWA se depreció un 8,20%, BASF cedió un 9,83%, Bayer el 7,51%, Infinion el 12,57% y MAN el 11,15%.

Afectados también por una reducción de la demanda, Thyssenkrupp perdió un 10,94%, y Siemens, otra de las empresas referentes de la coyuntura alemana, cedió un 13,16%.

Deutsche Bank se sumaba a las pérdidas con un 12,18%, Postbank con 7,97% y el Hypo Real Estate con el 6,72%.

En Lisboa, uno de los títulos que más cayó fue Galp Energía, que experimentó una depreciación del 9,98%, hasta 8,21 euros.

En Zúrich, los valores financieros que habían experimentado importantes ganancias el lunes y martes, volvieron a caer.

UBS perdió el 6,17 por ciento y Credit Suisse el 9,11%, mientras que por el lado de las aseguradoras Zurich Financial se depreció el 8,62% y Swiss Life, el 8,27%.

Los analistas de UBS han vaticinado que más bancos probablemente quebrarán a pesar de la acciones anticrisis en Europa y EEUU.

Mientras, el Banco Central Europeo (BCE) acordó ampliar la lista de activos que exige como garantías a los bancos comerciales para prestarles dinero hasta finales de 2009.