Sí habrá fusiones (y no porque lo diga Zapatero): cómo y cuándo

Claro que habrá fusiones entre bancos. Y entre cajas. Y si es necesario, los bancos comprarán activos a las cajas. Si la morosidad sigue subiendo, durante el primer trimestre del año 2009, es más que probable que los dos grandes bancos, Santander y BBVA, tengan que quedarse con alguno de los medianos. Hace tiempo que la contingencia está prevista por el Banco de España.

(EFE)

Zapatero con los presidentes de las cajas, las entidades que antes se fusionarán.

Para esas fechas, puede suceder que estos bancos -y bastantes cajas- hayan devorado sus provisiones de genéricos -fondos precisamente destinados a enjugar impagados y morosidad- tanto por las suspensiones de pagos de las inmobiliarias como por el aumento de la imposibilidad de pagar la hipoteca. Nada nuevo en el firmamento del Banco de España y del ministerio de Economía. Lo ha dicho Zapatero esta mañana: "Es probable que haya fusiones entre bancos". Españoles, se entiende.

Ya lo adelantó la semana pasada el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, durante su comparecencia ante la comisión de Economía del Congreso. Sólo que Ordóñez utilizó palabras más medidas cuando le preguntaron los diputados por la posibilidad de que hubiera más fusiones en la banca para afrontar la situación. "Lo importante es la reducción de costes -respondió el gobernador- Y eso se puede conseguir mediante una fusión. Pero a veces una institución grande puede acometer una reestructuración de reducción de costes sin necesidad de unirse a otra", aventuró.

Zapatero también ha utilizado la palabra reestructuración en su respuesta como sinónimo de fusión. Sintomático ha sido, según los presentes, el rebote del vicepresidente Pedro Solbes tras la sesión de control. Con un seco "no tengo nada que decir" ha despachado a los periodistas, cuando le han preguntado sobre las palabras del presidente.

"El gobernador estaba dando una salida al Banco Popular, una entidad, la tercera de este país, solvente, rentable históricamente y de un prestigio incuestionable internacionalmente. Sólo que el Popular, por primera vez en su historia, se equivocó en la financiación a algunas de las grandes inmobiliarias, como Martinsa Fadesa. Pero de ahí a que Solbes o Mafo (Fernández Ordóñez) no confíen en él para hacer esa reestructuración de costes y seguir adelante, hay un abismo", explicaba un economista experto en finanzas esta mañana, poco después de las palabras de Zapatero sobre las fusiones probables.

Los medianos

Sobre los otros tres bancos medianos —Sabadell Atlántico, Pastor y Bankinter— que andan en lenguas financieras, "es obvio que en caso de problemas con los impagados y la morosidad, serán rescatados por alguno de los dos grandes o por los dos", puntualiza un economista que ha asesorado a ambas entidades. La reiteración resulta hasta retórica cuando se sigue preguntando. "Con ningún banco español, con ninguno, habrá el más mínimo problema para los ahorradores. Lo ha dicho Zapatero y lo dijo antes el gobernador el otro día, en esa misma comparecencia", declaraba una fuente cercana a Economía y al Banco de España.

Es verdad que Mafo enarboló esa rentabilidad y solvencia del sistema financiero español, un sistema "bien gestionado, regulado y supervisado" añadió. Porque Ordóñez y su gente -los supervisores del Banco de España- hace meses que tienen monitorizadas a las entidades que tienen problemas con la morosidad y a la vista de que las inmobiliarias llevaban esa morosidad al máximo en diez años. Incluso antes de que estallara la crisis de las hipotecas basura ('subprime') en Estados Unidos, cuando ya se había ralentizado el sector inmobiliario español, los supervisores del Banco de España pusieron en marcha todas sus lupas para hurgar en las tripas de cajas y bancos.

¿Por qué no se fusionan los dos grandes?

La opción de que el Santander y el BBVA se fusionen es otra de las cuestiones recurrentes que se plantearán de nuevo en los próximos días, a raíz de las declaraciones de Zapatero. La primera respuesta sería personal: la posibilidad de que Emilio Botín (Santander) y Francisco González (BBVA) se soporten bajo un mismo techo es practicamente nula, sostiene uno de los expertos consultados. La réplica, sin embargo, está en el pasado: en la historia de la banca, difícilmente se superará el odio, desprecio y rivalidad que se tenían los directivos del antiguo Banco de Bilbao y los del Banco de Vizcaya (los "equipos de oro", los chicos de Pedro Toledo y Sánchez Asiaín que ahora gestionan el grueso del sistema bancario español). Y ahí están ahora, fusionados e incluso devorados por unos terceros como los de Argentaria, la banca pública —generacionalmente triunfaría su estilo de gestión—.

La segunda razón no numérica -hay otras muchas- sería que la concentración del sector financiero, tras una fusión de ambos bancos, sería insoportable para la competencia en España y difícilmente se consentiría. De momento. Porque pueden actuar también futuras leyes dentro de la UE.

Y por último, en este rápido ejercicio de bodas bancarias, lo que sí que concluyen los expertos es que una fusión Santander-BBVA daría uno de los mejores bancos del mundo, si no el mejor. Y una garantía de lujo para la UE. ¿Pero le interesa a España y a Latinoamérica ser el gigante de la vieja Europa? Depende de lo que suceda en los próximos meses. El 2010 tendrá mucho que decir.

Las bodas fáciles de las cajas

Si monitorizados están los bancos en los departamentos de supervisión y riesgos del Banco de España, las cajas están listas directamente para una intervención rápida, limpia y sin riesgos al primer síntoma. Porque tanto Fernández Ordóñez como el vicepresidente Solbes se han hartado de transmitir a los consejeros económicos de las comunidades autónomas, a los directivos de la confederación de las cajas (CECA) y a los de las entidades de ahorro que, a la primera de cambio, se tendrán que fusionar, algo que ya han puesto en practica las cajas vascas.

Si no es por las buenas, será por las malas. Eso es lo que pasará en el primer trimestre del año que viene, incluso a finales de éste. Ni las dos grandes cajas españolas, la Caixa y Cajamadrid, ni la CECA en conjunto consentirán que se produzca el más mínimo síntoma de problemas. Ni en Galicia, ni en el Mediterráneo, ni en Andalucía, ni en la Rioja ni en Madrid. Solo por citar lugares por los que se extienden rumores sobre entidades con problemas.