Segunda exhibición de Alonso, esta vez sin coche de seguridad

Esta vez no fue un milagro. Fernando Alonso sumó en el Gran Premio de Japón su segundo triunfo consecutivo de esta temporada, después de luchar de igual a igual con Robert Kubica y Kimi Räikkönen, que completaron el podio, desde la primera vuelta. Lewis Hamilton y Felipe Massa quedaron apartados de las quinielas al triunfo en la primera fase de la prueba, después de cometer dos fallos castigados por la FIA con sendos 'drive through'. La clasificación provisional tras la cita nipona mantiene al inglés en cabeza, aunque ahora con sólo cinco puntos de margen respecto a Massa. Aun así, el piloto de McLaren tendría suficiente con sumar seis puntos en el próximo Gran Premio para alzar matemáticamente el título.

F. Robichon (EFE)

Alonso vuelve a sonreir

El guión de este Gran Premio de Japón empezó a torcerse para los favoritos desde la misma salida. Lewis Hamilton reaccionó tarde al semáforo, viéndose adelantado en la recta por el Ferrari de Kimi Räikkönen y azuzado por su compañero de equipo, Heikki Kovalainen, y Felipe Massa. Llegados a la primera curva, el inglés se pasó de frenada, arrastrando a la escapatoria de asfalto a los dos monoplazas italianos, llegando incluso a tocarse con Räikkönen. Para rematar el caos, David Coulthard se tocaba con Kazuki Nakajima y acababa estampando su Red Bull con las protecciones. Al final del primer giro, Robert Kubica encabezaba la prueba seguido de Alonso, Kovalainen, Trulli, Massa, Hamilton y Räikkönen.

Vuelta dos, segunda parte del festival de incidentes. Hamilton, que rodaba bastante ligero de carburante, se acercaba como un avión a la trasera de Felipe Massa, así que no dudó un momento en iniciar su ataque. El inglés eligió la aproximación a las curvas 10 y 11, una chicane de manual con dos vértices de 90º. Felipe cubrió el interior del primer viraje, pero su Ferrari quedó desprotegido en el segundo. Hamilton había ganado limpiamente la posición y, contra lo que suele hacer el inglés, dejó un espacio en el interior para su rival… Sin embargo, Massa decidió emular a la peor versión de Michael Schumacher y se apoyó en la rueda trasera del McLaren para provocar un trompo. Y Lewis pasó, en sólo dos giros, de la primera a la última posición…

La FIA volvió a tardar más de la cuenta en juzgar el incidente (esta vez 17 vueltas), igual que en Singapur, pero esta vez actuó de modo proporcionado. De entrada, castigó al líder del Mundial con un 'drive through' por su incidente en la salida con los dos Ferrari. Acto seguido, anunció el mismo castigo para Massa por "provocar una colisión evitable en la curva 11".

¡Push like hell! ¡Push like hell!

De vuelta a la carrera, los cinco primeros, de Kubica a Räikkönen, rodaban en un pañuelo, aunque sin ataque alguno entre sí. Sin embargo, el grupo pasó de quinteto a cuarteto cuando Heikki Kovalainen, que rodaba en cuarta plaza, rompió el motor de su McLaren-Mercedes en el 17º paso por meta. Este incidente trasciende la barrera de lo insólito, pues los V8 alemanes no rompían desde el GP de Italia de 2006… Una preocupación menos para Kubica y Alonso.

Los primeros repostajes empezaron a decidir el GP. Robert Kubica y Kimi Räikkönen entraron en el 18º paso por meta. Alonso estiró su parada un giro más, regresando a la pista como líder virtual (6º clasificado real) de la carrera. La explicación radica en una arriesgada baza estratégica de Renault, específicamente reclamada por su piloto, que decidió cargar menos gasolina que Kubica y Räikkönen. El piloto español quería reincorporarse en cabeza, y su equipo sólo le puso una condición: "¡¡Push like hell!! ¡¡Push like hell!!" (literalmente, apretar como un demonio). ¿La equivalencia real de las palabras del ingeniero David Greenwood? Fernando necesitaba un mínimo de 7 segundos de margen respecto a sus rivales para asegurar el triunfo.

Toru Hanai (REUTERS)

Hoy Hamilton no tenía ningún motivo para estar contento

El bicampeón mundial respondió, y se lanzó al ataque desde el primer paso por meta y, a un ritmo sostenido de medio segundo por vuelta, consiguió el objetivo en la vuelta 29. Pero quería asegurar, así que en la 32 aumentó la distancia a 9 segundos, y en la 37 a 11,2. Kubica, con gravísimos problemas de tracción, no había logrado recortar una sola décima a su rival desde su salida de boxes. Finalmente, Alonso se detuvo en el 40º giro con la total seguridad de que, salvo fallo de sus mecánicos, tenía la victoria en el bolsillo.

Kubica pasó por boxes cinco vueltas más tarde, regresando a la pista detrás del Renault de Alonso. Idéntica tesitura para Kimi Räikkönen, que alargó sin éxito su segundo repostaje a fin de adelantar al polaco en boxes. A partir de entonces, la lucha entre ambos acaparó el protagonismo de la carrera, aunque los neumáticos del Ferrari no resistieron más de cinco vueltas de maltrato, y el finlandés tuvo que ceder. Kubica, que practicó a la perfección algunas técnicas del karting para defenderse de los ataques de su rival, se había asegurado el segundo puesto.

Massa se lleva dos puntos, a Hamilton le faltaron unas vueltas

¿Y Hamilton y Massa? El brasileño consiguió arañar un puntito en la última fase del GP, después de adelantar (no sin apuros) a Mark Webber, cuyas gomas blandas estaban en las últimas. Y otro más en los despachos, pues los jueces decidieron sancionar a Sebastien Bourdais con 25 segundos al golpear el vehículo de Massa, con lo que el brasileño pasa a ocupar la séptima posición. Peores noticias para Hamilton, que se quedó sin vueltas para completar una frenética recuperación desde la última plaza.

La clasificación del campeonato después de esta carrera sigue manteniendo a Lewis Hamilton en cabeza, aunque ahora con cinco puntos de ventaja respecto a Felipe Massa, y Robert Kubica conserva alguna remota posibilidad matemática. De este modo, el inglés tendría suficiente con conseguir seis puntos más que el brasileño en China para convertirse en el campeón mundial más joven de la historia.

En el mundial de constructores, el cero de McLaren permite a Ferrari salvar su desastre de Singapur, y vuelve a la cabeza con siete puntos de margen respecto a sus rivales ingleses, mientras Renault se consolida en la cuarta plaza, y desde este GP aventaja en 16 puntos a Toyota.

La Fórmula 1 se toma una tregua de sólo siete días, y el próximo fin de semana, China desvelará la incógnita: ¿conseguirá Felipe Massa alargar el veredicto hasta el GP de Brasil?