El primer mosso que se licenció cree que han escrito la historia de un éxito

Barcelona.-  El subinspector de los Mossos d'Esquadra Lluís Martínez, el número uno de la primera promoción de la policía catalana, ha asegurado en una entrevista con Efe que desde que se licenciaron hace 25 años han escrito "la historia de un éxito", para el que empezaron de cero y aprendieron sobre la marcha.

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(EFE)

El subinspector de los Mossos d'Esquadra Lluís Martínez, el número uno de la primera promoción de la policía catalana, que con la orla de su promoción, ha asegurado que desde que se licenciaron hace 25 años han escrito "la historia de un éxito".

Tras la Guerra Civil, el histórico cuerpo, fundado en el siglo XVIII, fue suprimido hasta que en 1950 la dictadura lo recuperó como un servicio "folclórico" adscrito a la Diputación de Barcelona.

Una vez reinstaurada la democracia, en 1980 los Mossos fueron transferidos a la Generalitat para custodiar edificios oficiales, y hasta 1983 no se convirtieron en la auténtica Policía de la Generalitat, por mandato del Parlament.

Tras la primera promoción de 1983, se han sucedido una veintena, hasta llegar a los casi 14.000 policías que a partir del próximo 1 de noviembre estarán desplegados por toda Cataluña, donde los Mossos son el eje vertebrador de la seguridad pública.

Pregunta.- Usted fue el número uno de la primera promoción de los Mossos. ¿Se imaginaba que después vendrían 14.000 agentes más y que los Mossos serían, 25 años después, la policía integral de Cataluña?

Respuesta.- No, que va, al contrario. Nosotros nos presentábamos a una promoción para hacer de mosso como los que había entonces, que se limitaban a tareas de vigilancia y poca cosa más. Cuando ya estábamos en la academia, en 1983, se aprobó en el Parlament la Ley de la Policía de la Generalitat, que lo cambió todo y nos convirtió en la primera promoción de los nuevos Mossos d'Esquadra.

P.- ¿Tiene la sensación de que han hecho historia?

R.- Por supuesto. Ha sido la historia de un éxito. Sabíamos que podíamos hacer historia y la hemos hecho.

P.- Fueron los primeros, cuando casi nadie creía en ustedes...

R.- Cierto, nos veían como una cosa simbólica. Pero cuando llegábamos por primera vez a algún pueblo, la gente rápidamente nos hacía suyos, nos acogían como un símbolo de Cataluña. La mayoría estaban contentos por volver a tener a su propia policía.

P.- Pero no todo fue tan fácil.

R.- Recuerdo que la primera vez que llamamos al Colegio de Abogados para pedir a abogados de oficio para atender a detenidos nos dijeron que no sabían quiénes éramos e incluso nos preguntaron si estábamos legalizados para pedir abogados de oficio.

P.- ¿Iban aprendiendo sobre la marcha?

R.- Sí. Sabíamos que teníamos que hacer muchas cosas, con los escasos recursos humanos y materiales disponibles. Al principio teníamos las competencias de medio ambiente, juego y espectáculos, menores y escolta de personalidades y edificios institucionales. Aprendimos sobre la marcha, con un gran sobreesfuerzo y con mucha dedicación. ¡Sólo hacíamos fiesta un fin de semana de cada siete! Éramos una piña, ya que todos teníamos que hacer de todo.

P.- ¿De todo?

R.- Por ejemplo, en los ayuntamientos nos daban señales de tráfico antiguas, en castellano. Nosotros las queríamos modernizar y poner en catalán y pintábamos a mano: "Policia. Atureu-vos" (Alto. Policía).

P.- Debieron cometer algún error debido a la inexperiencia.

R.- Claro. Cuando empiezas una cosa y nadie tiene ni idea vas probando. Si sale bien, la mantienes. Si no, nunca más la ejecutas. Recuerdo que cuando teníamos que hacer los primeros controles de tráfico no sabíamos dónde nos teníamos que apostar. Nos instalamos tras una rasante. ¡Qué error! Los coches paraban y los que venían desde atrás no los veían y a punto estaban de chocar.

P.- ¿Cómo les recibieron en los primeros años la Guardia Civil y la Policía Nacional?

R.- Estaban a la expectativa para saber quiénes éramos y qué hacíamos. A nivel de calle no tuvimos problemas, otra cosa era a nivel político. Pero nosotros, en la calle, nos ayudábamos. En algunos sitios costeros a la Guardia Civil se le acababa el presupuesto a partir del día 15 de cada mes y nosotros les llevábamos con nuestro coche para que hicieran sus guardias.

P.- ¿En estos 25 años ha visto crecer al cuerpo de los Mossos como si de un hijo se tratara?

R.- Por supuesto. Ahora hay promociones con alumnos que no habían nacido cuando nosotros entramos. Nuestra generación aporta la experiencia y las nuevas salen muy bien formadas a nivel técnico.

P.- Las nuevas promociones, cada vez más numerosas para poder acometer el despliegue territorial, ¿están a la altura de las primeras?

R.- Los Mossos son una copia exacta de nuestro tejido social. No hay ningún "supermán". Pero en las pruebas de acceso buscamos una serie de valores que tienen que tener los Mossos y en general se cumplen. Se tienen que juzgar los errores y los aciertos de los Mossos en función de todo nuestro bagaje.

P.- ¿Cómo imagina a los Mossos dentro de 25 años?