La bendición de la soja se apaga en Argentina y puede convertirse en pesadilla

Buenos Aires.-  La soja reportó grandes beneficios a Argentina cuando salía de una de las peores crisis de su historia, pero la depreciación del "oro verde" en los mercados internacionales al calor de la crisis global amenaza con convertirse en una pesadilla para las cuentas públicas del país suramericano.

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(EFE)

Hace apenas unos meses la soja otizaba a un récord de 610 dólares por tonelada y esa ganancia "extraordinaria" detonó un conflicto ntre el Gobierno argentino los agricultores.

Hace apenas unos meses la oleaginosa se cotizaba a un récord de 610 dólares por tonelada y esa ganancia "extraordinaria" detonó un conflicto sin precedentes entre el Gobierno argentino -que intentó subir los impuestos a las exportaciones de soja-, y los agricultores, empeñados en no ceder ni un centavo.

Aunque la pelea sigue, el precio de la soja es muy distinto, 263 dólares por tonelada, valor que según fuentes del mercado agropecuario consultadas por Efe es "exageradamente bajo".

Casi la mitad de la tierra de cultivo de Argentina, tercer productor mundial de soja, está destinada a esta oleaginosa, que se diseminó como plaga a merced de otros granos y actividades como la ganadería que ya no daban ganancias.

Muchos auguraron los males de la "sojadependencia", pero eso no impidió que copara un récord de 16,6 millones de hectáreas de campos en la última campaña agrícola.

Para el presidente de la corredora local de granos y derivados Artegran, César Gagliardo, el precio de la soja es por "demás bajo", una caída que se explica, por un lado, porque estaba sobrevalorada antes de la crisis y, por otro, por una corrida especulativa.

"A medida que la turbulencia afloje, el precio tiene que tender a subir. El que espere una soja de 600 dólares, no la verá ni en foto. Sí es lógico una soja de entre 380 y 420 dólares", afirmó Gagliardo a Efe.

Aún con este bajón, la expansión de la soja no se detendrá: para la próxima campaña se espera una cosecha de 51 millones de toneladas, 3 millones más que en el ciclo pasado.

Este avance se explica por peores condiciones para otros cultivos estrella de Argentina, como el trigo y el maíz, cuyos productores tradicionales prefieren la rentabilidad de la soja.

Para el trigo y el maíz se espera una menor producción por factores climáticos, intervención gubernamental en los mercados, baja de precios y costos que han crecido cerca de un 50 por ciento.

"Todo esto es un impacto bastante fuerte para el país. El Gobierno dice que esto no le va a afectar, pero que haya menos trigo y maíz, es menor ingreso por impuestos y menor movimiento económico en general", advirtió Gagliardo.

La depreciación de los granos, más el alza en los costos y una sequía que muchos ubican como la peor del último siglo han movido a los productores rurales a una nueva huelga comercial, la quinta en lo que va del año, que concluirá en la medianoche de hoy.

"En esta nueva etapa de la protesta, le volvemos a manifestar al Gobierno que si no se modifican las reglas de juego desaparecerán más de 100.000 productores y el país en su totalidad lo va a sentir", advirtió el titular de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi.

Según los economistas, el Gobierno debe tomar nota del impacto de la crisis internacional sobre la demanda global y los precios de los granos y, por ende, sobre las exportaciones y las cuentas públicas.

"El impacto de la crisis va a ser bastante importante, sobre todo en el frente fiscal", dijo a Efe Jorge Colina, investigador jefe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino.

Según el experto, las proyecciones gubernamentales para 2009 se basan en precios récord de los granos que ya no se verifican y difícilmente regresarán.

Mientras este año los ingresos por impuestos a las exportaciones de granos equivaldrán a 2,5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), el Presupuesto 2009 los eleva a un optimista 4,4 por ciento del PIB, aunque, según Colina, en realidad no superarán la tasa de 2008.

"El Gobierno está previendo que el superávit fiscal primario va a ser en 2009 del 3 por ciento del PIB, pero si se corrige a la bajada los ingresos por impuestos a las exportaciones de granos, el ahorro primario será finalmente del 1 por ciento del PIB, o sea que el golpe en las finanzas públicas va a ser importante", dijo.