La buena situación de los embalses del Duero garantiza el regadío para 2009

Valladolid.-  La situación de los embalses de la cuenca del Duero, que se encuentran a más del 40 por ciento de su capacidad, "garantiza una buena campaña" de riego "para el año siguiente".

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(EFE)

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Antonio Gato.

Así lo ha asegurado hoy el presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Antonio Gato, en rueda de prensa en Valladolid para analizar la campaña de riego de 2008 y las previsiones para 2009.

El presidente ha calificado de "satisfactoria" la campaña de 2008, "para los regantes y para la CHD".

Las campañas de riego van del 1 de abril al 30 de septiembre de un mismo año.

"Empezó muy mal y acaba bien", ha comentado Antonio Gato, quien ha destacado que por primera vez en los ochenta años de la CHD se llegó a plantear la declaración oficial de "situación" sequía en la cuenca del Duero.

Sin embargo, las lluvias de abril y mayo fueron "excepcionales", incluso "récord" en provincias como León, Burgos o Soria.

Al respecto, el presidente ha destacado que las lluvias registradas en primavera y los acuerdos alcanzados con los regantes han sido determinantes para salvar la campaña de riego.

Además, gran parte de los 19 embalses que dependen de la CHD han terminado la campaña con unas reservas de agua superiores a la media de los últimos años, en concreto del 42 por ciento en el conjunto de la cuenca.

A lo largo de la campaña, se han desembalsado 1.479 hectómetros cúbicos de agua para atender las cerca de 250.000 hectáreas que se abastecen de los embalses gestionados por la CHD, de las cerca de 500.000 que se riegan en Castilla y León.

A comienzos del año hidrológico, con unas reservas de agua de 1.272 hectómetros cúbicos, un 40 por ciento superiores a la media de los últimos años, no era de presagiar que al inicio de la campaña de riego las reservas de agua acumuladas en los embalses, 1.406 hectómetros, fueran un 30 por ciento inferiores a las habituales.

Esta situación se debía a uno de los otoños e inviernos más secos de las últimas décadas, según ha subrayado Antonio Gato.

El pasado 27 de marzo, "dada la situación de excepcionalidad", se llegaron a proponer "medidas excepcionales" ante la sequía.

Sin embargo, la situación dio un giro en primavera, ya que las lluvias caídas, sobre todo en abril y mayo, permitieron recuperar gran parte de las reservas e hicieron posible retrasar los desembalses para el riego hasta junio en muchas zonas.

"En la mayor parte de la cuenca se batieron, durante abril y mayo, récords de precipitaciones", ha resaltado.

En Soria, las lluvias en mayo alcanzaron el nivel más elevado de los últimos cien años, en León un récord al que no se llegaba desde 1940 y en Burgos desde 1941.

No obstante, las aportaciones de agua en los embalses durante el conjunto del año hidrológico, de 1 de octubre de 2007 a 30 de septiembre de 2008, fueron en general bastante inferiores a las habituales.

Pese a ello, los acuerdos con los regantes han permitido terminar la campaña con unas reservas de agua similares a las de 2007.

A 30 de septiembre, los embalses almacenaban 1.182 hectómetros cúbicos de agua, frente a los 1.254 de 2007, es decir, estaban este año al 42 por ciento frente al 45 del ejercicio pasado.

En 2008 "estamos más cerca de un año bueno que de uno medio", ha indicado el presidente.

Por ello, las perspectivas para 2009 son buenas en todos los embalses de todas las provincias excepto León, ya que en esta provincia todos los embalses han acabado la campaña de riego con unas reservas inferiores a las de un año normal.