El Athletic vuelve a complicarse la vida al inicio de campeonato

Bilbao.-  El Athletic Club ha vuelto a complicarse esta temporada el curso liguero al inicio del campeonato, algo que ha venido haciendo de manera contumaz en las últimas campañas, en las que ha vivido, una y otra vez, entre la angustia y el desasosiego.

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(EFE)

El presidente del Athletic Club de Bilbao, Fernando García Macua, durante la rueda de prensa ofrecida esta tarde para dar cuenta de los preparativos de la Asamblea General Ordinaria de Socios que se celebrará el próximo miércoles.

El equipo de Joaquín Caparrós se ha repetido a sí mismo, pero también los inicios del llamado 'bienio negro' de la entidad, los años que empezaron en el banquillo José Luis Mendilibar y Félix Sarriugarte y que tuvieron que terminar los más experimentados Javier Clemente y José Manuel Esnal 'Mané'.

Como en esos años de mal recuerdo para el club bilbaíno, su primer equipo ofrece muchas dudas. Fundamentalmente por choques como los completados ante el Almería, en el debut del curso en San Mamés, y el Sevilla en la última jornada, en la que fue ampliamente goleado.

En ambos encuentros el Athletic dejó una imagen paupérrima, al estilo de sus peores días de hace dos y tres temporadas, o de la primera mitad del primer año del propio Caparrós en Bilbao.

Pero si el día del Almería podía interpretarse como una mala tarde en un choque todavía en agosto y casi de pretemporada por el parón del fin de semana posterior, el del Sánchez Pizjuán ha dejado deprimida para quince días a la afición rojiblanca, que ya se ha puesto en lo peor ante un temible calendario inmediato que contempla como rivales para su equipo Barcelona, Real Madrid y Villarreal.

Atrás han quedado las buenas sensaciones en La Catedral frente a Valladolid (2-0) y Getafe (0-1), aunque la derrota en ese último partido, en el que el Athletic pudo golear, también dejo huella en la grada del histórico campo bilbaíno.

Y también la impresión de cierta solidez en las visitas a Málaga y Huelva, dos campos en los que empatar para un equipo en la dinámica del rojiblanco en los últimos años no es mal resultado. En salidas así, quizás más que el resultado quede más la imagen, tampoco muy boyante.

Así que el Athletic se ve donde últimamente se está viendo año tras año, una delicada posición en la tabla, esta vez la decimocuarta, que le aboca a sentir el aliento del descenso durante buena parte del curso, lo que deriva en un consiguiente manojo de nervios y tensión en cada partido que arruina todo intento de pensar en algo que no sea el resultado y ver allá del próximo compromiso.

Mala experiencia repite el Athletic, que, en todo caso, intentará fiar la salida de donde está, a 1 punto del descenso y ya a 6 de la UEFA, al bloque que hizo Caparrós la temporada pasada.

Un férreo grupo más solvente en su bloque defensivo, en el que está a la espera de que se consolide Mikel Balenziaga en el lateral izquierdo, verdadero talón de aquiles del grupo, que en ataque, donde la consolidación de jugadores clave como Markel Susaeta y Fernando Llorente, sufre los vaivenes propios de la juventud que atesoran.