Casi 57.000 cazadores harán un millón de salidas al monte en Galicia

Santiago de Compostela.-  Casi 57.000 cazadores harán un millón de salidas al monte en la nueva temporada de caza que se iniciará el 12 de este mes hasta el 6 de enero, en una actividad para la que, de nuevo, los ecologistas demandan más regulación y seguridad y los aficionados resaltan el cumplimiento mayoritario de las buenas prácticas.

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(EFE)

Casi 57.000 cazadores harán un millón de salidas al monte en la nueva temporada de caza que se iniciará el 12 de este mes hasta el 6 de enero, en una actividad para la que, de nuevo, los ecologistas demandan más regulación y seguridad y los aficionados resaltan el cumplimiento mayoritario de las buenas prácticas.

El único representante del movimiento ecologista en el Comité Galego de Caza (CGC), Martiño Fiz, de Adega, resaltó a Efe que no se realizan controles de alcoholemia, se caza en zonas con peligro para los paseantes, se puede disparar a especies protegidas y, a 10 días de la campaña, no se han delimitado los humedales en que no se debe emplear munición de plomo.

Por su parte, el presidente de la Federación Galega de Caza, José María Gómez Cortón, explicó que la seguridad es su primera preocupación, que sólo se produce una accidente mortal por año, que considera "demasiado", desconoce si se hacen controles de alcoholemia y coincide con el ecologista en que la administración aún no ha cumplido su promesa de delimitar las zonas húmedas.

Sobre el control de alcoholemia, Fiz subrayó que "en todo el año pasado no se ha realizado ni un solo control de alcoholemia", cuando "todo el mundo sabe que es práctica habitual beber alcohol y después ponerse a cazar".

Además, insiste en que "en este país los cazadores son gente que no siguen la ley y cazan al lado de las pistas, al lado de los ríos... de forma que en los meses del otoño no se puede andar por el monte".

Gómez Cortón niega esta circunstancia y recuerda que la Ley recoge que no se puede ejercer la caza bajo los efectos del alcohol y sustancias psicotrópicas, aunque desconoce si se hacen controles, que estarían a cargo de agentes de la Guardia Civil o de Medio Ambiente.

"El concepto -agregó- es distinto en la caza que en las carreteras, donde está comprobado que la conducción bajo los efectos del alcohol produce accidentes, es algo objetivo, está tasado y hay cifras y en la caza no es así. La gente no va borracha al monte, ni cosas que se le parezcan".

Tras subrayar que "los cazadores para nada estamos en contra de que se hagan esas pruebas", el presidente de la Federación comentó que hay un millón de salidas al monte y la media de los últimos años es de solo un accidente mortal por temporada, aunque "tendría que ser cero", y comparó esta siniestralidad con la de otras actividades, como la conducción, la espeleología o el montañismo.

También recordó que los cazadores nunca se oponen a la ampliación de las prohibiciones en las zonas periurbanas por la normal expansión demográfica.

Ambas partes discrepan también en la caza de la Arcea (scolopaz rusticola) y Agacha (gallinago gallinago), de la que el ecologista destaca que están protegidas y sólo se pueden cazar las migratorias y no las que nidifican en Galicia, aunque ambos coinciden en que no se pueden distinguir.

Para el primero, la solución es no cazar ningún individuo de estas especies, con los que se cumpliría la protección, pues si reciben un tiro, tampoco las migratorias podrán nidificar, mientras que el cazador sostiene que las que nidifican en Galicia son sólo el 0,01 %, por lo que no sería un problema mantener la caza, aunque señala que "no se encontró la fórmula para eliminar esta inseguridad jurídica".

Otro asunto en que discrepan ambas partes es en la prohibición del uso de plomo en la munición, que está establecida en los humedales Ramsar y ahora se extiende a los de la Red Natura 2000, aunque los dos coinciden en que el primer paso sería su catalogación, lo que a ninguno consta que haya hecho la Consellería de Medio Ambiente.

Si no se delimita, la solución para los ecologistas es que no se cace con plomo en ningún humedal y la de los cazadores es que se acuerde una moratoria para la ampliación de la prohibición.