El penúltimo servicio de "El gallo"

Lezama (Vizcaya).-  La decisión de Joseba Etxeberria de regalarle un año gratis al Athletic, un gesto inaudito en el mercantilizado fútbol profesional, no es sino el penúltimo servicio del delantero de Elgoibar, "El gallo", al club al que siempre ha agradecido sobremanera que apostase fuerte por él siendo casi imberbe.

No ha olvidado nunca Etxeberria el puñetazo que dio y los 550 millones de pesetas que dejó el entonces presidente del Athletic José María Arrate sobre la mesa del despacho de un sorprendido dirigente de la Real Sociedad Luis Uranga, en el verano del 95.

El jugador lo ha tenido presente incluso en su época de mayor esplendor, desde entonces hasta 2004, ya que, a nada que podía, siempre recordaba en público lo bien que se ha portado el Athletic con él.

Hasta tal punto llegó la simbiosis entre ambos que no se recuerda diferencia alguna de calado a la hora de negociar las sucesivas ampliaciones de contrato, todas ellas rápidas y sin apenas ruido. Facilitaba todo, por un lado, el incuestionable protagonismo del jugador sobre el terreno de juego, y, por otro, su franca predisposición al acuerdo a pesar de no pocos 'cantos de sirena'.

No le ha impedido tal entendimiento con la entidad ganar mucho dinero: el que ha merecido por su aportación y el que el Athletic ha podido pagar a un jugador de su calidad y su cotización.

Lo a gusto que siempre ha estado en el Athletic y en la capital vizcaína, hasta el punto de ser probablemente el más genuino representante del bilbainismo en el vestuario de San Mamés, le llevaron a pensar hace tiempo que algo así había que agradecerlo.

Hace ya años que había decidido un final de carrera como el que expuso no ha mucho al actual presidente, Fernando García Macua, sorprendido como nunca hubiera imaginado por una propuesta así.

'Presi, cuando se acabe mi contrato actual, en 2009, renuevo un año y juego gratis', o algo así, debió decirle el capitán del Athletic a Macua, y el presidente casi se cayó de la silla.

"Esto es un caso casi único en el fútbol mundial", decía hoy el inquilino más destacado del Palacio de Ibaigane, asombrado todavía por una iniciativa sin par.

Etxeberria ha querido, además, acallar voces que veían en ese gesto oscuras intenciones. "Acabaré mi contrato y no seguiré en el Athletic", ha zanjado de raíz según qué comentarios, con la misma firmeza y determinación que disipó las dudas sobre lo rentable de tan arriesgada inversión siendo todavía un chaval que necesitaba chófer para desplazarse hasta Lezama.

Partido a partido, temporada a temporada, Etxeberria iba dando la razón cada vez más el órdago de Arrate, ante la valía del jugador, asiduo internacional durante siete años, y lo que ofrecía al equipo.

Con el '17' de estrella, el Athletic vivió dos épocas brillantes, la primera rematada con un subcampeonato liguero y su primera, y única, participación en la Liga de Campeones, de la mano de Luis Fernández; y la segunda, inacabada, llegando a la UEFA bajo la dirección de Ernesto Valverde.

Le ha faltado a Etxebe lograr un título -anhela levantar una Copa- aunque todavía tiene dos años para conseguirlo. Lo que ya no podrá alcanzar será una gran victoria con la selección española, en la que fue hombre clave para Javier Clemente, primero, José Antonio Camacho, después, e Iñaki Sáez, por último.

Pero lo que sí ha obtenido 'El gallo' -el apodo con el que le rebautizó el vestuario rojiblanco ante el indomable carácter con que se comportaba sobre el terreno de juego y lo peculiar de su figura, parece que con el pecho a la altura de la barbilla- ha sido una de las cosas que más valora y agradece un jugador: el cariño de la gente.