José María Barreda subraya que Castilla-La Mancha ha cumplido los requisitos de la OCM y ahora le toca al Ministerio

Casas de Fernando Alonso (Cuenca).-  El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, ha asegurado hoy que la comunidad ha cumplido los requisitos puestos por el Gobierno central en cuanto a la OCM del Vino y ahora le toca al Ministerio debe cumplir su parte en el reparto de los fondos que corresponden a la región.

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Barreda ha hecho estas declaraciones en Casas de Fernando Alonso (Cuenca), donde tras participar en las labores de vendimia, ha opinado que el sector vitivinícola de la región no va a salir perjudicado por la nueva OCM del Vino, sino que "para nosotros va a ser una oportunidad aprovechada".

Barreda ha asegurado que "nosotros hemos hecho nuestro trabajo, el sector en Castilla-La Mancha ha sabido ponerse de acuerdo, hace apenas unos días los cooperativistas, los destiladores y el Gobierno de Castilla-La Mancha han llegado a un gran acuerdo del sector que era la condición que ponía el Ministerio para sacar adelante el resto de los planteamientos".

"Nosotros hemos cumplido, hemos llegado a ese acuerdo y ahora el Ministerio debe cumplir con el suyo", ha indicado el presidente castellano-manchego.

Ha dicho que "para nosotros es muy importante", puesto que "este año se van a producir en Castilla-La Mancha casi 21 millones de hectolitros, que es el 50 por ciento de toda la producción nacional, por tanto ahí hay mucho mosto y mucho vino".

Asimismo, ha subrayado que "una parte cada vez mayor del vino es vino de calidad, lo cual significa que el valor añadido de nuestro producto mejora año tras año".

Ha abogado por hacer un esfuerzo en comercialización y aunque ha apuntado que "estamos en este sentido en la buena dirección", es consciente de las dificultades que tiene "un sector tan grande y tan complejo, que supone el 50 por ciento de la producción y superficie de viñedo de España y casi el 17 de la producción de toda Europa".

También ha advertido que "ahora se produce vino en muchos lugares donde hasta hace poco tiempo ni siquiera había viñas, hasta en nuestras antípodas en Nueva Zelanda, en Australia, hay viñas, por no hablar por las producciones de Chile, de Argentina, de Sudáfrica, incluso ahora han empezado a hacer plantaciones en China".

Según el presidente de Castilla-La Mancha "eso quiere decir que aunque es un cultivo típicamente mediterráneo y así ha sido siempre y desde luego para nosotros es mucho más que un cultivo, forma parte de nuestra cultura y de nuestra esencia, tenemos que adaptarnos a ese nuevo contexto de mundialización donde hay más vino que nunca".

Además, los hábitos se han modificado, el consumo de vino por persona en Europa en general y en España en particular ha descendido, y por lo tanto "hay que hacer un mayor esfuerzo para elaborar muy bien, cosa que sabemos hacer y lo hacemos perfectamente y para comercializar cada vez más y mejor", ha añadido.

Barreda ha hecho estas declaraciones tras participar en las labores de vendimia en Casas de Fernando Alonso y de recorrer las instalaciones de la Cooperativa Purísima Concepción de este municipio conquense, cuyos viñedos pertenecen a las denominaciones de origen "Ribera del Júcar" y "La Mancha".

Se ha congratulado de participar "en una mañana de vendimia como tantos y tantos castellano-manchegos en esta época del año", porque "para nosotros la vendimia es toda una costumbre, que tiene que ver con nuestra esencia, con nuestras señas de identidad".

Ha agregado que "600.000 hectáreas de viña son muchas y se requiere un gran esfuerzo para vendimiarlas todas" y supone una gran riqueza ya que afecta a más de 70.000 familias, genera 38.000 puestos de trabajo y da 9 millones de jornales al año.

Con estos datos "se entiende muy bien hasta que punto para nosotros no es que sea un cultivo más, sino que es un cultivo absolutamente fundamental", ha subrayado.

Por este motivo, "aunque hacía ya muchos años que no tenía la experiencia de hacerlo directamente, este año me han invitado y me parecía que era una buena ocasión para participar de una manera simbólica" en la vendimia.