El Gobierno iraquí toma el control de los Consejos de Salvación

Bagdad.-  Las milicias suníes que luchan en Irak contra los grupos rebeldes, integradas por miles de combatientes y hasta ahora bajo supervisión estadounidense, han pasado hoy a depender del Gobierno, en una decisión que preocupa a los afectados.

Con esta transferencia, el gabinete del primer ministro Nuri al Maliki se hará cargo de los salarios de más de 54.000 milicianos, de un total de 99.000, en una primera fase de la integración.

La medida ha causado preocupación entre los dirigentes de esas milicias, llamadas "Consejos de Salvación" o "Sahwa", ya que el Ejecutivo iraquí ha anunciado que sólo un 20 por ciento de los milicianos serán incorporados al Ejército y a las fuerzas de seguridad gubernamentales.

"Si damos por hecho que el Gobierno sólo reclutará a un 20 por ciento de nuestros hombres, ¿qué suerte correrá el 80 por ciento restante teniendo en cuenta las contradictorias declaraciones de las autoridades?", se preguntó el jefe tribal Ahmed Mohamed, cabecilla de una milicia de Al Tarmiya, a 30 kilómetros al norte de Bagdad.

En ese sentido, Mohamed explicó a Efe que entre los responsables iraquíes hay quienes se muestran a favor de la incorporación de los milicianos, mientras que hay quienes la rechazan de plano.

"Lo que tiene planificado el Ejecutivo para los Consejos de Salvación es insignificante en comparación con los sacrificios que han efectuado nuestros combatientes en su lucha para restaurar la estabilidad en las zonas donde operan", subrayó Mohamed.

Los Consejos de Salvación fueron creados en octubre de 2006 como parte de la estrategia del entonces comandante de las fuerzas estadounidenses en Irak, David Petraeus, en la lucha contra la insurgencia vinculada a red de Al Qaeda.

La misma opinión que Mohamed tiene un miliciano de 27 años, identificado como Abu Ahmed, procedente de la localidad de Al Ameriya, al oeste de Bagdad.

Para Abu Ahmed, existe "un gran temor" entre los combatientes tribales de que las autoridades iraquíes lleven a cabo una purga entre los milicianos, ya que muchos de ellos lucharon en las filas de la insurgencia contra las tropas gubernamentales y estadounidenses, antes de unirse a los Consejos de Salvación.

A este respecto, Abu Ahmed apuntó que el Gobierno iraquí podría estar implicado en los recientes ataques contra milicianos.

"Los asesinatos de los últimos meses contra dirigentes y combatientes de los 'sahwa' es un indicador preocupante de que una mano gubernamental trabaja de manera secreta en la eliminación de nuestros milicianos", señaló.

Por su parte, Mahmud Ibrahim, jefe miliciano del área de Al Mansur, en el oeste de Bagdad, manifestó también su desconfianza ante la incorporación de los miembros de los Consejo de Salvación a los cuerpos del Ejército y a las fuerzas de seguridad.

"Las autoridades nos han confirmado que todos los combatientes suníes serán reclutados en los organismos de seguridad y militares, y en instituciones civiles, pero no confiamos mucho en ellas -apuntó Ibrahim-. Primero, queremos ver cumplidas las promesas del Gobierno".

Pero los milicianos no son los únicos que desconfían de la nueva situación, ya que dentro del mismo Ejecutivo existen temores por la incorporación de los combatientes suníes, principalmente procedentes de sector chií del gabinete.

Sin embargo, Abu Azam al Tamimi, asesor de los Consejos de Salvación y coordinador de sus contactos con el Gobierno, restó importancia a la preocupación que muestran algunos responsables iraquíes respecto a los grupos tribales.

"Esas milicias luchan junto a las fuerzas de seguridad iraquíes en las diversas ciudades del país, por lo que no hay motivo para preocuparse de los Consejos de Salvación", apuntó Tamimi.

El primer "sahwa" nació en la provincia occidental de Al Anbar y su objetivo era ayudar a las tropas iraquíes y estadounidenses en su lucha contra los combatientes de Al Qaeda, que hasta 2006 habían hecho de esta provincia su principal feudo en Irak.

El éxito de esa milicia en Al Anbar en la lucha contra Al Qaeda impulsó a los clanes árabes de las provincias de Salahadín, Diyala, Nínive y algunas regiones de Bagdad a que formasen sus propios Consejos de Salvación.