El sistema de juego de Juan Manuel Lillo recibe sus primeras críticas

San Sebastián.-  El empate conseguido ayer por la Real Sociedad ante el Hércules ha dejado en evidencia dos circunstancias, la condición de maldito del Rico Pérez para los donostiarras y que Juan Manuel Lillo no ha convencido a todos de las bondades de su sistema.

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(EFE)

El empate conseguido ayer por la Real Sociedad ante el Hércules ha dejado en evidencia dos circunstancias, la condición de maldito del Rico Pérez para los donostiarras y que Juan Manuel Lillo no ha convencido a todos de las bondades de su sistema.

Las críticas al técnico guipuzcoano, por primera vez desde que llegara al banquillo de la Real, han venido motivadas por el cambio de esquema de juego y de jugadores, cuando el equipo estaba funcionando a la perfección hasta la fecha.

Las modificaciones introducidas, como el hecho de prescindir de los dos laterales, no dio el resultado pretendido y la Real jugó el peor partido hasta el momento y se llevó un punto que, al menos por el juego, es discutible su mérito.

La otra circunstancia era más previsible ya que el estadio del Hércules, y esta temporada también del Alicante, es el peor campo para los realistas de todos los de primera y segunda división, ya que a lo largo de la historia, y aunque ambos equipos han estado encuadrados normalmente en distintas categorías, la Real nunca ha ganado allí en 18 visitas.

El punto conseguido es lo único que se destaca en San Sebastián el día después del partido porque ni las sensaciones que transmitió el equipo, ni la dolorosa forma de ceder dos puntos que estaban ganados con un penalti discutible y que tuvo que repetirse, han dejado buen sabor de boca.