Un sondeo indica que los laboristas saldrían derrotados en unas elecciones

Londres.-  El Partido Laborista británico saldría derrotado por los conservadores en unas elecciones generales, según indica un sondeo que publica hoy el dominical "The Observer" en coincidencia con el congreso laborista que se celebra en Manchester.

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(EFE)

El primer ministro británico, Gordon Brown.

Según ese sondeo, de celebrarse hoy esos comicios, los conservadores de David Cameron ganarían con una mayoría de 146 escaños, lo que sería para los laboristas una humillación similar a que éstos infligieron a los tories en 1997.

El partido de Gordon Brown desaparecería casi del mapa en el sur de Inglaterra y sólo conservaría escaños en sus feudos del norte, en las zonas rurales de Gales y en algunos barrios pobres de las grandes ciudades.

Ocho ministros del actual Gobierno, incluidos el de Justicia, Jack Straw; el encargado de la disciplina del partido, Geoff Hoon; la titular del Interior, Jacqui Smith; el de Defensa, Des Browne, y la de Transportes, Ruth Kelly, perderían sus escaños.

El ministro de Asuntos Exteriores, David Miliband, en quien muchos ven el político con más posibilidades de suceder a Gordon Brown en el liderazgo laborista, sobreviviría, sin embargo, a la escabechina aunque muy debilitado.

Según el sondeo, un tercio de los potenciales votantes laboristas en aquellas circunscripciones en las que ese partido dispone ahora de una mayoría muy escasa estaría más inclinado a apoyar a su partido si Brown fuese sustituido por otro político antes de las próximas elecciones.

El sondeo indica que Miliband tendría más posibilidades si se atreviese a desafiar a Brown por el liderazgo laborista antes de las generales, que deben celebrarse como muy tarde en el 2010.

Miliband ha descartado esa posibilidad y ha declarado públicamente antes del congreso que apoyará a Brown.

David Miliband ha concedido una entrevista a la revista "Prospect" en la que critica a los ejecutivos de la City que se conceden a si mismos salarios exagerados, lo que se interpreta como un intento de ganarse a la izquierda del partido.

Quien aspire a suceder a Brown tendrá que esperar, sin embargo, todavía algún tiempo porque el Primer Ministro ha sabido aprovechar la actual crisis económica para acallar a sus críticos en el congreso laborista y presentarse como el único político con experiencia para llevar la nave en aguas tan turbulentas.