Óscar López, la ilusión como arma de trabajo

Valladolid.-  Si hay un sentimiento que destaque ahora sobre otros en la personalidad de Óscar López Águeda, único aspirante a secretario general del PSOE de Castilla y León (PSCL), es la ilusión por abordar un nuevo proyecto, para irradiarlo en una acción de gobierno en la Comunidad autónoma, si gana las elecciones.

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(EFE)

El candidato a la Secretaría General del Partido Socialista de Castilla y León, Óscar López.

Desde que se dio a conocer el nombre de este madrileño de 35 años, con fuertes vinculaciones familiares con Segovia, para liderar el PSCL ningún militante le ha podido seguir en entusiasmo y ganas de trabajar, incluso los que aparecerán acompañándole en la Ejecutiva.

La lista está bien guardada, no trascienden nombres, pero su cabeza se jacta de haber hablado con los responsables de todas las agrupaciones provinciales en más de una ocasión, a lo largo de los últimos meses.

"No dirán que no he consultado con todos", explica orgulloso a los más próximos, algunos de los cuales le han augurado une media de 150.000 kilómetros al año por la comunidad más extensa de Europa, "para entrar hasta en las cocinas" y arrebatar al PP la presidencia del Gobierno regional.

El trabajo en el "aparato" del PSOE Federal, al lado del actual vicesecretario general, José Blanco, con quien le une una estrecha amistad, junto con su formación académica como politólogo, le han hecho entrar en el bando de los "animales políticos", aunque no le falta una extraordinaria sensibilidad hacia las personas.

Esto puede ser un hándicap a la hora de tratar de acomodar el partido en las provincias, una vez que pase el fin de semana y se proclame dirigente regional de los socialistas, lo que conlleva que su foto aparecerá en el cartel como candidato a las autonómicas de 2011.

Y es que, en ocasiones, el diputado por Segovia Óscar López tiene algunos trazos de niño grande y, aunque se ha enfrentado ya a compañeros para anunciarles que no van en las listas, una de las misiones más duras para un político, su corazón le impide hacer sangre.

Por eso quizá sus primeros disgustos vengan para renovar algunas secretarías provinciales, después de un paseo triunfal por el congreso de Valladolid, con la visita de los principales dirigentes del PSOE, incluido el secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, que no ha acudido a clausurar un acto de este tipo en años.

Sin embargo, en su primera intervención pública como aspirante a liderar su partido en Castilla y León, Óscar López empleará un tono duro con sus militantes, con tres ideas clave: trabajo, compromiso e ir dejando paso a nuevas generaciones, para sacar adelante un proyecto en el que nadie sobra siempre que quiera colaborar.

Viene "a poner las pilas al partido", como reconoce algún militante veterano.

Se emociona cuando habla de su futuro hijo, que nacerá en febrero próximo, fruto de su matrimonio con la periodista Marta Suárez, incluso si la conversación con él adquiere tintes profundos en lo humano, le brillan los ojos fruto del trabajo de los lacrimales.

Le preocupa en lo personal su traslado a Valladolid porque tiene que poner en venta su piso de Madrid, en un momento en el que el sector está sumido en la crisis.

Marta Suárez, periodista, actualmente en el diario "Público", tiene que decidir si deja su profesión, es decir que en el hogar entrará un sueldo menos y una boca más -aún los padres desconocen el sexo del futuro bebé-.

No obstante, conociendo su pasión por el periodismo, su esposo cree que, en dos años, cuando el niño o la niña puedan ir a la guardería, Marta volverá a la profesión.

Ha llegado la etapa madura para este político -pegado constantemente al teléfono móvil- desde que en su adolescencia organizara su primera campaña, con mítines incluidos, para representar en el consejo escolar a los alumnos del colegio público Marqués de Suances, de Madrid, con el compromiso de quitar el uniforme y mejorar la comida.

Arrasó entre los suyos, pero la representación de los chavales era minoritaria, frente a la de padres y profesores, y perdía todas las votaciones.

"La vida es así de dura", recuerda, aunque ahora defiende la uniformidad como símbolo de igualdad.

Un titular que no se le olvida a este experto en laboratorios de ideas, encuestas y campañas, es el que publicó el diario local "El Adelantado de Segovia" cuando llegó a esta provincia como candidato al Congreso de los Diputados, entonces tildado de "cunero" en algunos sectores.