La rapera Arianna Puello señala que en el hip hop, algunos se merecen lo que les pasa

Barcelona.-  La rapera dominicana Arianna Puello, que mañana presenta en Barcelona su cuarto disco, "13 razones", con guiños al dancehall y a los ritmos caribeños, por los que ha sido criticada, se queja por ello del inmovilismo de la escena del hip hop, donde "algunos se merecen lo que les pasa", ha dicho a Efe.

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(EFE)

La rapera dominicana Arianna Puello, que mañana presenta en Barcelona su cuarto disco, "13 razones", con guiños al dancehall y a los ritmos caribeños, por los que ha sido criticada, se queja por ello del inmovilismo de la escena del hip hop, donde "algunos se merecen lo que les pasa", ha dicho a Efe.

Arianna Puello, primero como Ari, inició sus pasos en el mundo del hip hop en 1993 en Salt (Girona), cuando formó parte de N.O. Del Krib, para pasar luego a Discípulos del Micro y conocer después a El Meswy (CPV), su primera ayuda en esta escena.

Debutó en solitario con el maxi "El Tentempié", al que siguieron los elepés "Gancho perfecto", "La fecha" y "Así lo siento", y en "13 Razones" (Zona Bruta/DRO), cuya publicación se demoró un año por problemas con los derechos de autor de los 'samplers' utilizados en el tema "Juana Kalamidad", ha optado por mirar hacia Jamaica.

Afincada en Girona, Puello ha grabado en Puerto Rico, con Echo (Tego Calderón, Don Omar) y Factor Primo como productores, y las colaboraciones de Willy (Cultura Profética) o Amparanoia en canciones como "Todo", "Somos lo ke somos", "Éxito", "Oye ke riko", "Unika salida" o "Algo de comprensión", plenas de hip hop, pero también de dancehall jamaicano, salsa, aranbí y ritmos tropicales.

Pionera del hip hop en castellano junto a Mala Rodríguez, la dominicana, de 31 años, fue madre hace dos años y medio y ralentizó su carrera, porque estaba "sentimental y no le salían las cosas de igual manera", para dedicarse a cuidar a su hijo, Tayron.

A su juicio, el título del álbum alude a trece razones que tiene "para seguir en pie de guerra", luchando en el "complicado" mundo del hip hop y viviendo historias que "dan ganas de tirar la toalla".

"Si vale la pena o no esta escena es algo que estoy buscando", reconoce Arianna Puello, que sigue en ello porque "el hip hop es mi música y me satisface", aunque admite que "también hay razones para retirarme por cómo está el mundo musical, donde muchas cosas se hacen por dinero".

"Hay artistas -denuncia- que no hacen bien su trabajo, se llevan la pasta y te pasan por delante, por lo que el sacrificio no se ve correspondido". Es por ello por lo que, sin poner nombres, añade: "en la escena del hip hop algunos se merecen lo que les pasa y otros, no".

Arianna Puello, que ha intervenido en filmes como "Shacky Carmine" y "Mi Dulce", defiende sus guiños al dancehall, "que no al reggaetón", en este disco, aunque ambos son ritmos jamaicanos, y no tiene miedo de que le encasillen.

Pese a ello, admite que musicalmente es un disco "más abierto", igual que pasa con las letras, y reivindica que está "en su derecho" a incluir estos ritmos por ser dominicana y porque "le sale así, de corazón y con entrega, sin purismo".

"Puedo rapear salsa porque siempre me consideré latina", expone Puello, que asiente en que el hip hop "se me ha quedado pequeño" y, además, le gusta innovar y dar verticalidad a su música, para lo cual utilizará estructuras como las de ahora, "a mi gusto y dentro de mí", empapándose de todas las músicas, en especial del soul y el aranbí, que le "encantan".

Y, en cuanto a las letras, "lo que se oye es lo que quería decir", con un mensaje de "esperanza, fe, humildad, de seguir luchando y de ser lo que eres" como hilo conductor.