MADRID.- Luis de Guindos, ex secretario de Estado de Economía con Aznar y Rato, está llamando a sus amigos en el sector financiero para intentar dejar colocados a sus empleados. Cobraban entre 250.000 y 300.000 dolares de media al año en sus buenos momentos. Richard S. Fuld, el número uno de Lehman Brothers (LBI), se llevó un bono de 215 millones de euros sólo por navidades, cuando las cosas ya iban mal.
Mayer y Emanuel Lehman levantaron la empresa que Fuld y Ainslie han hundido.
J.P.M. (*) trabajaba en el quinto piso de la Plaza de la Lealtad 4, en Madrid, hasta ayer por la tarde. Es la sede en España del ahora famoso LBI. El edificio, propiedad de Caser Seguros, fue construido en 1973 por un Garrigues y fue remodelado en el 2003. La penúltima y la última planta aún están ocupadas por el banco de inversiones estadounidense. Es un lugar de cristal, acero y un toque con algo de color rojo. Al otro lado del tabique están las habitaciones de lujo del Hotel Ritz. Es la zona más glamurosa para las finanzas de Madrid, enfrente del Palacio de la Bolsa.
La semana pasada, J.P.M. aún se sentía seguro cada vez que atravesaba esa puerta acristalada, con alfombra de felpudo y rótulos al ácido. Tiene más de treinta años y su vida cambió en la primavera del año 2006, cuando el recién nombrado presidente ejecutivo de Lehman Brothers España, Luis de Guindos, le fichó para el prestigioso banco de inversiones norteamericano. Aunque la firma operaba en España desde 1994, el fichaje de De Guindos le dio un empujón. J.P.M fue feliz el día que le llamó "Luis". El ex secretario de Estado de Economía con Rato y Aznar, era -y es- un tipo serio y prestigioso. Y Lehman, ese banco de inversiones que fundaron en Montgomery (estado de Alabama) en 1844 dos emigrantes llamados Henry y Mayer Lehman, procedentes de un pueblo de Bavaria (Alemania), un lugar de ensueño para trabajar. Era una empresa objeto de deseo para cualquier joven economista y financiero pasado por ICADE o IESE -las escuelas de negocios por excelencia en España- con el correspondiente master en Minnesota o la London School.
La mítica sede de LBI en Montgomery (Alabama)
Durante estos dos años, J.P.M. se lo ha pasado bien. Como sus otros compañeros. Han ganado un buen sueldo para su edad unos 250.000 dólares anuales de promedio (176.000 euros o unos 29 millones de las antiguas pesetas) para los que estaban sentados en la mesa de operaciones y con el teléfono a la oreja todo el día; o algo más de 300.000 dólares al año (211.000 euros o unos 35 millones de pesetas) para los que se dedicaban a la colocación de bonos, una tarea más delicada. Pero esas cifras se ingresaban en los momentos álgidos, cuando todo iba viento en popa. Porque la verdad es que iban a comisión o porcentajes por operaciones y sus contratos mensuales, la nómina vamos, no era para echar cohetes. Con todo, J. y sus colegas se han comprado piso -unos dentro de Madrid, en el centro, un loft estupendo de unos 80 ó 100 metros- otros, los que ya tienen familia y están con la cabeza más asentada, en las afueras, desde Pozuelo a Las Rozas.
Pero desde la semana pasada, los cerca de 40 empleados de Lehman Brohters en España están hechos polvo.... Hacía semanas que seguían los rumores más soterrados sobre sus colegas en Nueva York. Desde el principio se temieron lo peor, que la crisis de las hipotecas basura (subprime) les iba a pasar factura a su marca, pero nunca pudieron imaginar que de esta forma. Hasta la pasada primavera, Richard S. Fuld, presidente y consejero delegado de LBI era un tipo respetado. Número uno de LBI desde 1994 se ganó el respeto de todos sus empleados tras la trágica jornada del 11-S.
Lehman ocupaba las plantas 38, 39 y 40 de la Torre Uno del World Trade Center el día del 11-S. Fuld estaba en Londres cuando recibió la llamada de Bob Schwartz, diciéndole que él y sus compañeros habían logrado escapar de la Torre Uno a las 9,45 de la mañana. A las 10,29 la torre se vino abajo, pero Lehman había logrado activar su sistema de recuperación de datos, avisando al centro de New Jersey. Aquellos días acercaron los rostros de Fuld y Bob Schwartz a los miles de empleados repartidos por el mundo, desde los que estaban en Tokio a los que trabajaban en Madrid o Londres.
Los últimos meses, y el último fin de semana sobre todo, han acabado con el mito Fuld, de 63 años, un tipo cercano a la jubilación que ingresó en LBI en 1969 y ha estado 14 años al frente del banco, pero que en las pasadas navidades cobró un bono de 215 millones de euros. Lo mismo hicieron el resto de los consejeros, y eso que Lehman ya había anunciado que sus beneficios descenderían, aunque nadie supuso entonces que las perdidas podrían llegar a los 6.212 millones que anunció en septiembre, frente los 3.306 millones que ganaba en el 2007.
Luis de Guindos.
Con todo, y aunque ayer por la tarde las cuatro decenas de compañeros de J.P. recibieron la orden de que quedaban clausurados todos los locales de Lehman en el mundo, J.P.M. y sus colegas pueden tener suerte. Su presidente ejecutivo para España, De Guindos, ya les dejó entrever la semana pasada que más vale que fueran pensando en buscarse otro empleo. Pero está haciendo aún más. Desde el mismo domingo por la tarde, el ex secretario de Estado de Rato llama a sus colegas y amigos en España para recomendarles a sus chicos, "un puñado de gente más bien joven que es bastante conocida entre nosotros" reconoce uno de los amigos de De Guindos que está dispuesto a atender su requerimiento en la medida de sus posibilidades. Es directivo de un gran broker español.
"Es verdad, Luis nos está llamando. Eso le honra. Él no llevaba más que dos años al frente de Lehman y le conocemos todos. Su gente sólo tendrá que estar dispuesta a renunciar a algo de sus posibilidades salariales para encontrar trabajo. No son muchos, alrededor de 40. Y son buenos. Entre nosotros, haber trabajado en LBI no será una mancha en el curriculum" explica otro directivo de banca de inversiones de unos de los grandes bancos españoles.
Así que, finalmente, J.P.M. es casi seguro que podrá terminar de pagar su hipoteca con poco que renuncie a algo de sus ingresos. "Bueno, eso es mucho más que los millones de mileuristas de este país, como mi hijo, que sigue asfixiado para pagar su crédito. Por cierto ¿habéis preguntado alguien a Luis de Guindos si renunció a su bono el año pasado, aunque ya sabía que no todo iba bien?" comenta un ex alto cargo prejubilado, de un gran banco, un tipo de colmillo retorcido y viejo conocido de De Guindos. La verdad es que el presidente ejecutivo de LBI España no coge el teléfono a los periodistas hace días.
(*) POSDATA: J.P.M. no son las siglas reales de nadie de los cerca de 40 empleados de Lehman en España. Este reportaje está basado en un empleado real del banco de inversiones, pero los datos están distorsionados a petición del protagonista.
Si quieres firmar tus comentarios, regístrate o inicia sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Será mejor que él busque también trabajo en otro sector, porque sin duda es corresponsable de la quiebra de Lehman... +
Si, somos buenos, por eso hemos estado arriba mucho tiempo, pero como sabeis, somos una filial de una gran empresa, nuestro trabajo es impecable incluso ahora. +
Soitu.es se despide 22 meses después de iniciar su andadura en la Red. Con tristeza pero con mucha gratitud a todos vosotros.
Fuimos a EEUU a probar su tren. Aquí están las conclusiones. Mal, mal...
Algunos países ven esta práctica más cerca del soborno.
A la 'excelencia general' entre los medios grandes en lengua no inglesa.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Citar este verso de Machado no puede ser más ocurrente al hablar de Mariano Rajoy. Tras la renuncia de Zapatero y las voces que señalan que la estrategia popular podría verse dañada, es necesario preguntarse algo. ¿Ha hecho camino Rajoy? ¿Se ha preparado para ser presidente? Quizás la respuesta sorprenda.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
“Algunos luchamos por tener los pies en suelo.” Lo decía ayer en su Twitter Raül Romeva, uno de los cuatro eurodiputados españoles (Oriol Junqueras, de ERC, Ramon Tremosa, de CiU, Rosa Estarás del PP y él, de ICV) que apoyaron la enmienda para evitar que el presupuesto comunitario de 2012 contemple los vuelos en primera clase de los parlamentarios europeos. No era una excepción. Lo escribía ahí porque es lo que hace siempre: ser transparente.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
Son los cien primeros, como podrían ser doscientos o diez. Lo importante es el concepto. La idea de tener unos días para llevar a cabo la transición desde la oposición al gobierno. Del banquillo, a llevar el dorsal titular. Nunca tendremos una segunda oportunidad de crear una buena primera impresión. Y los cien primeros días son esa primera impresión. Veamos su importancia.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
“Os propongo que sea el Comité Federal, en la próxima reunión que tengamos, después de las elecciones autonómicas y municipales, el que fije el momento de activar el proceso de primarias previsto en los Estatutos del partido para elegir nuestra candidatura a las próximas elecciones generales.” De esta manera, Zapatero ha puesto las primarias en el punto de mira tras anunciar que no será candidato a la reelección. Tras este anuncio, observamos algunas reflexiones sobre el proceso
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si quieres, puedes registrarte o, si ya lo estás, iniciar sesión ahora.