El Papa viaja mañana a París, primera etapa de su peregrinación a Lourdes

Ciudad del Vaticano.-  Benedicto XVI viaja mañana a París, primera etapa de su visita de cuatro días a Francia, que le llevará también al santuario de Lourdes, en los Pirineos, donde conmemorará el 150 aniversario de las apariciones de la Virgen.

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(EFE)

El papa Benedicto XVI.

El Papa Benedicto XVI, que viaja como un peregrino más en este año jubilar, va como "mensajero de paz y de hermandad" y rezará ante la Virgen en la Gruta de las Apariciones por la paz en el mundo, según ha anunciado.

Pero antes de beber el agua milagrosa de Lourdes, el Pontífice realizará una etapa en la capital, que tendrá un mayor carácter político, cultural e interreligioso.

Será de poco más de 24 horas, pero con una apretada agenda que incluye un encuentro con el presidente francés, Nicolás Sarkozy; otro -muy esperado- con el mundo de la cultura, uno con los sacerdotes, otro -breve- con la comunidad judía y uno más con los jóvenes.

Esta será la segunda vez que el Papa se reúna con Sarkozy, quien visitó el Vaticano el 20 de diciembre de 2007.

Durante esa visita, Sarkozy tomó posesión del título de canónigo de honor de la Basílica de San Juan de Letrán, un privilegio que se remonta a 1604, durante la monarquía francesa de Enrique IV y que pasó a los presidentes galos.

Allí, el presidente de la laica Francia dijo que su país tiene una "laicidad positiva", donde existe la "libertad de creer o no creer, de practicar una religión o la libertad de cambiar de credo, así como la libertad de no ser ofendidos por las propias creencias o de dar a los hijos una educación según las propias convicciones".

Sarkozy agregó que esa "laicidad positiva" supone no considerar las religiones como un peligro, sino como una ventaja.

También dijo que no se pueden olvidar las raíces cristianas de Francia. Sus palabras fueron duramente criticadas en su país.

Según el cardenal francés Jean Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, Benedicto XVI durante su encuentro con Sarkozy en el palacio del Elíseo pronunciará "un claro discurso sobre la laicidad sana".

Todas las miradas están puestas también en el discurso que pronunciará ante 700 representantes del mundo de la cultura en el Colegio de los Bernardinos.

Según Tauran, será un discurso "iluminador" y, de acuerdo con otras fuentes vaticanas, hablará de las raíces cristianas de Europa y lo que ha supuesto el cristianismo para Occidente, así como del binomio fe-razón.

De nuevo Europa y de nuevo fe-razón, dos temas que apasionan al Papa alemán, que no se cansa de decir en todos los foros competentes que Europa no puede y no debe renunciar a sus raíces cristianas, ya que son un componente dinámico de su civilización.

La estancia en París la cerrará con una misa que se espera multitudinaria en la Explanada de los Inválidos, con capacidad para 200.000 personas.

A media tarde del sábado viajará a Lourdes, en el corazón de los pirineos franceses, para participar en el año jubilar con motivo del 150 aniversario de las apariciones de la Virgen a la niña Bernadette Soubirous en 1858.

Benedicto XVI se siente muy ligado a Lourdes y a Bernadette, ya que el 16 de abril, fecha de su cumpleaños, es el aniversario de la muerte de la niña y el 19 de abril, día en que fue elegido Pontífice, es el aniversario de los funerales de la santa.

Según el Pontífice, Lourdes lleva a los hombres "a meditar sobre el amor materno de la Virgen Inmaculada por sus hijos enfermos y dolientes".

Durante su estancia, hasta el lunes 15, recorrerá las cuatro etapas del camino del jubileo: la iglesia parroquial donde fue bautizada Bernadette; el "calabozo" (la casa donde vivía la familia Soubirous), la Gruta de las Apariciones y el oratorio del hospital donde Bernadette hizo la primera comunión.

Oficiará dos misas, una el domingo, en la Pradera de Lourdes, y otra el lunes, dedicada a los enfermos. También participará en la tradicional procesión de las antorchas.

Como todos los peregrinos, tomará el agua milagrosa del manantial del que beben los más de seis millones de personas que acuden al santuario cada año y que éste se espera llegue a los ocho millones.

Lourdes está íntimamente ligada al dogma de la Inmaculada Concepción, después de que la Virgen, cuando se apareció a Bernadette y ésta le preguntó cuatro veces como se llamaba, le respondiera: "Yo soy la Inmaculada Concepción".

Pero también lo está al rezo del Rosario, ya que la Virgen cuando se apareció llevaba uno en la mano y, según contó la niña, "pasaba entre sus dedos las cuentas", lo que propició que ella comenzase a rezarlo, una tradición que se repite todos los días en el santuario.