Biel dice que, hoy por hoy, el PAR "no tiene alternativa" de Gobierno al PSOE

Zaragoza.-  El vicepresidente aragonés, José Ángel Biel, rechaza, tajante pero divertido, que en la coalición de Gobierno se esté fraguando una crisis, y alude para negarla, primero, a su buena sintonía personal con el presidente Marcelino Iglesias, y segundo, a que no encuentra "alternativas" al PSOE.

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(EFE)

El vicepresidente aragonés, José Ángel Biel, durante una rueda de prensa.

En una entrevista con EFE, recién comenzado el curso político y cuando la Expo de Zaragoza está a punto de cerrar sus puertas, Biel (Teruel, 1946), también presidente del Partido Aragonés, se compromete con el desarrollo estatutario, reclama más atención hacia Aragón por parte del Gobierno central y dice que mantiene la esperanza de que, al final, el proyecto de ocio y juego de Gran Scala se instale en Los Monegros, porque éste "sólo es posible" en Aragón.

-¿Habrá depresión post-Expo el día 15?

-No tiene por qué. Y vamos a hacer lo posible para que el nivel de autoestima de los aragoneses esté a la misma altura que lo conseguido con la Expo.

-¿Qué proyecto puede hacer recuperar la ilusión?

-Hay que hacer fundamentalmente dos cosas, porque no podemos hacer demasiadas más. Primero, más obra pública en tres líneas: la que directamente hace el Gobierno; en coordinación con los ayuntamientos, y las de los Ministerios de Fomento y de Medio Ambiente mediante la firma de convenios para que la ejecute el Gobierno de Aragón. Y hay que tratar de facilitar la iniciativa privada. A pesar de la crisis económica hay empresas con posibilidades de invertir que se quieren instalar en Aragón, y hay que facilitarles los trámites.

-Parece claro que las obras de Gran Scala no van a empezar al día siguiente de la clausura de la Expo...

-Ya veremos, no digo que al día siguiente, porque eso es imposible, pero Gran Scala tiene que seguir ahí. Esa posibilidad de inversión tan importante está ahí y espero que se vayan viendo noticias que tengan que ver con el terreno concreto en el que se va a instalar.

-Gran Scala saltó a los medios en noviembre de 2007 y se presentó en la Sala de la Corona en diciembre. Viendo como se han desarrollado los acontecimientos, ¿no cree que fue precipitado?

-No. ¿Qué hubiera pasado si no lo hubiéramos dicho? Nunca se sabe cómo acertar. Es verdad que detrás de Gran Scala, además de un proyecto importante y una alternativa muy potente para toda la Comunidad, hay una gran ilusión, y sobre todo la demostración de que si Gran Scala es posible en algún sitio, ése es Aragón. Era importante que los aragoneses se dieran cuenta de que hay cosas que se pueden hacer en Aragón y que no son posibles en otros sitios, por la situación estratégica y por la gran capacidad de autonomía. No era malo que los aragoneses supieran que su Gobierno puede facilitar este tipo de cosas.

-Y ¿saldrá?

-Yo soy optimista por varias razones, fundamentalmente porque lo heredé de mi madre. Creo que el proyecto está ahí y espero noticias interesantes en pocas semanas.

-Su empeño personal para esta legislatura es el desarrollo del Estatuto de Autonomía.

-Debería serlo del millón trescientos y pico mil aragoneses. Si todos fuéramos coherentes y conscientes con el Estatuto que nos hemos dado, nos daríamos cuenta de que en buena medida el magnífico futuro de Aragón depende en buena parte de cómo se desarrolle el Estatuto.

-¿En qué se va a poner el acento ahora?

-El desarrollo implica también, por ejemplo, la posibilidad de firmar convenios para que las obras que el Estado tiene que hacer y financiar las pueda ejecutar el Gobierno de Aragón. Eso conseguiría un nivel alto de ejecución.

Otro tema fundamental es la gestión de los 6.550 hectómetros cúbicos de la reserva hídrica. Si se gestionaran por Aragón, eso haría imposible hablar de trasvases en los próximos cien años. Y está el tema de que Aragón sea oído cuando se elaboren los Presupuestos del Estado en las obras consideradas de interés. Ése es el desarrollo del Estatuto, no sólo las leyes. Son estos instrumentos políticos que hacen pensar que Aragón tiene un proyecto espléndido.

-La crisis económica marca la agenda política ¿son suficientes las medidas anunciadas por el Gobierno central?

-La crisis no depende exclusivamente del Gobierno de Madrid, también de Bruselas y de la globalización mundial. Lo que me llama poderosamente la atención es que el Partido Socialista recomiende por ejemplo congelar sueldos de los directores generales y tenga Ministerios con todo transferido a las Comunidades, y que no sé ni cómo existen. No se puede resolver la crisis con gestos. La crisis es seria y profunda. Y ya veremos qué pasa si el Estado propone cosas que no tienen solvencia.

Por lo que dicen los economistas la crisis puede durar un año y medio. Creo que en Aragón saldremos de ésta.

-Un año y medio es mucho tiempo para la gente que realmente lo está pasando mal. ¿No cree que las medidas adoptadas por el Gobierno aragonés quedan algo lejos de estas personas?

-La generación de obra pública crea empleo, porque lo que más nos preocupa es el desempleado. Que uno salga a cenar menos veces, que tenga que restringir algunos lujos, se viaje un poco menos, es consecuencia de la crisis, y esa la vamos a padecer todos. Pero la crisis grave es cuando hay paro, y para superarlo hay que crear empleo, y para ello hay que hacer obra pública e iniciativa privada. En España hemos tenido una gran situación económica durante doce años y estábamos acostumbrados a unas alegrías que ahora, cuando te las quitan, parece que entras en barrena, y eso tampoco es así.

-¿Cree que los sucesivos Gobiernos centrales han minusvalorado a Aragón?

-Es que no tenemos peso electoral, es un problema histórico desde el 77. Tenemos un bipartidismo bastante imperfecto, porque son imperfectos los partidos que lo forman. Y ese bipartidismo hace que Aragón no tenga peso, gobierne uno u otro. El peso de Aragón es cero porque no hay votos, y porque los que hay en las elecciones generales se dirigen al bipartidismo.

-La crisis de la coalición PSOE-PAR "está detenida", ha dicho usted muchas veces. Pero algunas de sus declaraciones han podido conducir a equívoco...

-No hay crisis por tres cosas. Primero porque la coalición en las últimas elecciones vio reforzado su mensaje, porque ambos subimos en votos y escaños. Dos, porque hoy por hoy no hay alternativas de Gobierno, no sé si las habrá dentro de tres años o de siete. Y tres, mientras el presidente y el vicepresidente tengamos esta sintonía, hablar de crisis es muy difícil. ¿Qué pasa? ¿Que hay a quien le divierte eso de la crisis, que los sesudos politólogos tienen que opinar? Dentro de lo que cabe está todo tan tranquilo que alguno se aburre y tiene que hablar de la crisis, pero hoy por hoy, no la hay.

-¿Dice que no hay alternativa?

-Cada partido está como está. Y el PP se está reconstituyendo, en fase precongresual. Nosotros a ver y observar.

-Lleva treinta años en política...

-... más, más, 35...

-...y ha estado en todos los gobiernos autonómicos...

-En siete u ocho. O nueve, no recuerdo. He vivido la historia y sé que la estabilidad es muy importante. En veintiún años Aragón tuvo diez presidentes; en los nueve últimos, uno. Ése es un dato muy significativo. Esos años que llevo en política me han servido para valorar la estabilidad, y por eso digo que la perspectiva resulta interesante conocerla.

-Pero no piensa en jubilarse.

-Hombre, un día u otro habrá que jubilarse. Voy a decir una maldad, porque el que no las dice no es joven. D'Israeli fue primer ministro de Gran Bretaña por primera vez con 65 años. Y fue un gran primer ministro. Yo tengo 62.

Isabel Poncela