La población estadounidense en la costa del Golfo de México considera evacuaciones

Washington.-  Los estadounidenses residentes en la costa del Golfo desde Alabama a Texas ponderan hoy la evacuación apenas una semana después del huracán "Gustav", mientras "Ike" ya ha forzado el comienzo de desalojo en los cayos al sur de Florida.

El Centro Nacional de Huracanes calcula que "Ike", que cruzó hoy Cuba, podría alcanzar la categoría tres, en la escala Saffir-Simpson, de un máximo de cinco, en su marcha sobre el Golfo de México y que si mantiene su rumbo y velocidad actuales llegaría a la costa estadounidense el sábado en la mañana.

Según el curso proyectado, tocaría tierra en el este de Luisiana o en la costa de Texas, la zona donde hace casi tres años entró el huracán "Rita", menos de cuatro semanas después que "Katrina" anegara Nueva Orleans y el delta del Misisipi.

Las autoridades de Florida ordenaron ayer, domingo, la evacuación de los turistas y de unos 25.000 residentes en Key West.

El presidente George W. Bush declaró el estado de emergencia en Florida, lo cual facilita la movilización de fondos y recursos federales para la atención de damnificados.

Las empresas petroleras postergaron hoy el reinicio de las operaciones en las plataformas de exploración y extracción de petróleo y gas en el Golfo, después de que su personal fuese desalojado antes de la llegada de "Gustav".

Estados Unidos obtiene del Golfo de México 1,3 millones de barriles diarios de crudo, aproximadamente el 25 por ciento del petróleo extraído en territorio estadounidense, y 7.400 millones de pies cúbicos diarios de gas natural, el 15 por ciento del total.

"Gustav" forzó la suspensión de operaciones en 15 refinerías de la costa del Golfo y esta mañana seguían paralizadas seis de ellas.

El lunes de la semana pasada "Gustav", descrito antes de su llegada por el alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, como "la madre de todas las tormentas", causó la evacuación de unos dos millones de personas en el sur de Luisiana y paralizó buena parte de las operaciones petroleras en el Golfo.

Pero, al final, entró más debilitado de lo esperado en las costas de Luisiana, los diques de Nueva Orleans aguantaron y la tormenta no provocó los destrozos previstos inicialmente por las autoridades.

La semana pasada, durante una visita a Baton Rouge, la capital de Luisiana, después de que "Gustav" causara más daños por el viento que por las inundaciones, Bush ordenó la entrega a las refinerías de volúmenes no determinados de crudo de la reserva estratégica petrolera nacional.

En el sur de Misisipi se informó hoy del restablecimiento del servicio eléctrico a las comunidades rurales que todavía permanecían sin suministro desde el paso del ciclón.

En Nueva Orleans, donde la población comenzó a regresar el miércoles a pesar de la opinión del alcalde Nagin de que la ciudad no estaba preparada para brindar servicios públicos, se inició hoy la recolección de la basura y los escombros que dejó "Gustav" en las calles.

Las autoridades informaron de los lugares del municipio de Jefferson donde los residentes pueden depositar las bolsas con basura, y recomendaron a la población que retire todos los alimentos de los refrigeradores, que permanecieron durante días sin electricidad.

La ciudad, que tres años atrás quedó inundada en más del 85 por ciento de sus barrios por la marejada y las lluvias de "Katrina", escapó esta vez al ojo de "Gustav", que entró a tierra unos 100 kilómetros al oeste y siguió su marcha hacia Arkansas.

Este huracán dejó a más de 800.000 hogares y negocios sin electricidad en Luisiana y esta mañana aún no se había restablecido el suministro en más del 30 por ciento de ellos, informó la empresa Entergy.

"Gustav" derribó las 14 líneas de transmisión eléctrica entre Nueva Orleans y Baton Rouge, 150 kilómetros al noroeste, y en algunas zonas los apagones podrían prolongarse durante varios días, según las autoridades.