Moscú dice que la Corte Internacional carece de competencia en la denuncia de Tiflis

La Haya.-  Rusia mantuvo hoy que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) carece de competencia para pronunciarse sobre las medidas cautelares solicitadas por Georgia por una supuesta limpieza étnica en Osetia del Sur y Abjasia.

Tiflis pide a Moscú que cumpla todas sus obligaciones bajo la Convención Internacional contra la Discriminación Racial y que ponga fin a cualquier acto que pueda implicar discriminación étnica en las regiones secesionistas de Osetia del Sur y Abjasia.

La CIJ celebra hoy la primera de las audiencias públicas en las que hasta el próximo miércoles Georgia y Rusia expondrán sus posturas sobre la naturaleza de esta denuncia, que Tiflis presentó el pasado 12 de agosto ante este tribunal de las Naciones Unidas.

El director del departamento legal del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Roman Kolodkin, pidió a los jueces que "remuevan este caso de su lista general", ya que "no hay disputa bajo el amparo de la Convención contra la Discriminación Racial de 1965".

Kolodkin indicó que, en todo caso, "hablamos de una disputa sobre uso ilegal de fuerza, pero no de discriminación racial".

Por eso, instó a la CIJ a que se "declare sin jurisdicción" para arbitrar en este litigio, con el que Rusia y Georgia trasladan sus disputas sobre el terreno al escenario del máximo órgano judicial de la ONU.

El agente de la delegación rusa añadió que su país "no tuvo más alternativa que tomar parte en este conflicto", el cual, según su postura, fue "iniciado el pasado 7 de agosto por Georgia".

"No tuvimos más opción que usar la fuerza", argumentó, aduciendo que la presencia militar rusa en Georgia desde el pasado agosto fue una respuesta al "inicio de las hostilidades" por parte de Tiflis.

Acusó a Georgia de lanzar "un ataque bien planeado" y expresó su "pésame" a todas las familias de "la gente afectada".

Además, precisó que "es la primera vez que Rusia aparece ante esta Corte" y lamentó que "tenga que ser por una tragedia".

Rusia mantiene que su intervención en Georgia tuvo como objetivo "evitar nuevas pérdidas, mantener la paz y ofrecer ayuda (...) sin discriminación, también a las víctimas georgianas", según el embajador ruso en Holanda, Kirill Gevorgian.

Georgia, por su parte, sostuvo que Rusia ha mantenido actos de limpieza étnica sobre territorio georgiano entre 1993 y 2008.

Según Georgia, desde principios de la década de los noventa y hasta la reciente invasión de su país, Moscú ha apoyado la limpieza étnica de ciudadanos georgianos por parte de las fuerzas separatistas en las regiones de Abjasia y Osetia del Sur, mediante el suministro de armas, el reclutamiento de mercenarios e incluso la intervención directa de sus tropas.

El Gobierno georgiano acusa a Rusia de haber aplicado una política sistemática de discriminación racial contra la población georgiana en las regiones de Osetia del Sur y Abjasia, en colaboración con las fuerzas separatistas y mercenarios.