La producción automovilística se sube al tren de la crisis

Madrid.-  Las pronunciadas caídas de las matriculaciones en España en los meses de verano están haciendo reconsiderar a los fabricantes sus pronósticos de producción.

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(EFE)

Las pronunciadas caídas de las matriculaciones en España en los meses de verano están haciendo reconsiderar a los fabricantes sus pronósticos de producción.

En el caso español, el fuerte peso de las exportaciones (ocho de cada diez coches se venden en el extranjero) hace que fabricación y mercado no siempre hayan evolucionado en paralelo.

De hecho, se han dado situaciones de producciones al alza en contextos de ventas a la baja y viceversa.

Ello explica, por ejemplo, que el año pasado la producción haya crecido un 4%, cuando el mercado interno redujo la cifra de matriculaciones un 1,2%, o que en 2006 las unidades fabricadas aumentaran un 1% en un entorno de ventas a la baja del 2%.

El cierre del ejercicio actual apuntaba a una cifra cercana a los tres millones de unidades, en línea con los dos últimos años: 2006 (2.777.435 unidades) y 2007 (2.889.703 unidades).

Lo cierto es que, hasta ahora, las cifras de producción al cierre del primer semestre (último conocido) solo eran un 1,2% inferiores a las de enero-junio de 2007 y estaban muy mediatizadas por la fuerte reducción en junio de un 15,2% en este registro productivo, consecuencia más del paro de los transportistas.

Este dato contrasta con un descenso de las matriculaciones en el semestre cercano ya al 18%.

A la producción española le han salvado en los primeros meses del año la evolución favorable de mercados como el francés y el alemán, que copan casi el 30% de las ventas de la industria automovilística española al exterior.

El descalabro del mercado italiano, que acompaña al español, se capea mejor, pues el país transalpino, aunque buen cliente, no es tan determinante como los dos gigantes europeos.

Esta disociación entre buena producción y mal mercado ha servido de argumento al ministro de Industria, Miguel Sebastián, para contrarrestar las descalificaciones de la oposición sobre la coyuntura del automóvil español.

Los datos de los meses veraniegos han dejado el acumulado anual de matriculaciones en una reducción del 21%, un dato que, pese al carácter exportador de la industria automovilística española, también tiene influencia en las cadenas de montaje.

A ello se une que al cierre de agosto, Francia redujo matriculaciones un 7,6%, Italia por encima del 26% y Alemania y Reino Unido que, todavía no han facilitado sus estadísticas, se mueven en coyunturas poco favorables.

Las exportaciones pueden perder fuelle y es ahí donde más se puede resentir el tejido productivo del automóvil español.

De este modo, todos los fabricantes españoles ya han hecho sonar la alarma de una reducción del registro productivo que puede acarrear supresión de turnos de trabajo y expedientes de regulación de empleo, tal como ocurrió en 1993.

La Asociación Nacional de Fabricantes (ANFAC) todavía no ha modificado el pronóstico de estabilidad productiva que expuso a principios del año, pero ese inicio de atonía en los mercados externos y los desplomes en el interno, que pueden llevar a reducir las ventas al cierre del ejercicio un 30%, seguro que tendrán consecuencias indeseadas en la actividad fabril.

Por ejemplo, Seat, un fabricante con una amplia renovación de producto concentrada toda ella en la planta de Martorell (Barcelona) ya ha anunciado recortes de producción si los mercados siguen en la actual tesitura.

También en Cataluña, Nissan mantiene su objetivo de producción anual de 178.000 unidades, pero no descarta aplicar reajustes.

PSA Peugeot Citroen ya ha anunciado un recorte productivo en su planta de Vigo del 12% como mecanismo de adecuación a la demanda del mercado.

General Motors, en Zaragoza, ha establecido dos días más de paro técnico para no sobrepasar los niveles de producción que una fase de crisis como la actual precisa.

Renault tiene la cara de la moneda en la factoría de Palencia, en la que montarán distintas versiones de la nueva generación del Megane, su modelo líder de ventas, tanto en España como en Europa, lo que garantiza la puesta en funcionamiento de un tercer turno laboral, pero su cruz es Valladolid, donde el Modus, el Grand Modus y el Clio III no han tenido el eco que se esperaba en el mercado.

La factoría de Ford en Almusafes (Valencia) espera con ilusión salvadora la llegada del nuevo Fiesta, lo que motiva que la dirección, por ahora, rechace reajustes, pero los sindicatos no ocultan temores en sentido contrario.