Un estudio recomienda que Río de prioridad a las inversiones en la ciudad

Río de Janeiro.-  Las inversiones que Río de Janeiro realizará en caso de que sea escogida como sede de los Juegos Olímpicos de 2016 tienen que darle más prioridad a la ciudad y menos al evento deportivo, según un estudio divulgado hoy por el gobierno brasileño.

ampliar foto

(EFE)

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva (c) muestra, el pasado 23 de junio, en Rìo de Janeiro (Brasil), la bandera oficial de la candidatura de brasil a los juegos Olìmpicos del 2016. Las inversiones que Río de Janeiro realizará en caso de que sea escogida como sede de los Juegos Olímpicos de 2016 tienen que darle más prioridad a la ciudad y menos al evento deportivo.

La ciudad más emblemática de Brasil fue incluida por primera vez en la lista de finalistas para organizar unos Juegos Olímpicos y disputará el honor con Madrid, Tokio y Chicago.

El estudio realizado por el Instituto de Pesquisa Económica Aplicada (IPEA), un organismo del Gobierno especializado en investigaciones económicas, concluyó que la organización de unos Juegos Olímpicos es viable y puede beneficiar a Río de Janeiro.

De acuerdo con los economistas, la organización de un evento deportivo de tales dimensiones es un "gran generador de desarrollo y de empleos no sólo para la ciudad anfitriona sino también para la región y para el país".

Ese beneficio sólo es posible, aclara el IPEA, si las inversiones tienen como prioridad las infraestructuras de la ciudad y no sólo los escenarios deportivos destinados a los Juegos.

Los economistas basaron sus conclusiones en un análisis de los éxitos obtenidos por Barcelona, Sydney y Pekín como sedes respectivamente de los Juegos Olímpicos de 1992, 2000 y 2008.

Según los investigadores Marcelo Weishaupt Proni, Lucas Speranza Araujo y Ricardo Amorim, las inversiones no beneficiarán a la ciudad si se limitan a la mercadotecnia y a las nuevas instalaciones deportivas.

"Antes de los estadios, gimnasios, piscinas y alojamientos es importante pensar en asuntos como facilidades de transporte y comunicación, el impacto ambiental y la seguridad", asegura el estudio "Lectura económica de los Juegos Olímpicos: financiación, organización y resultados".

Tras analizar las inversiones realizadas por las tres ciudades mencionadas en contextos económicos mundiales bastante diversos, los economistas concluyeron que el principal desafío es mantener después de los Juegos Olímpicos la actividad económica que las ciudades tuvieron en los cuatro años de preparación.

Según el IPEA, fuera de la competición y las medallas, detrás de la organización de unos Juegos Olímpicos hay "razones de Estado mezcladas a intereses privados que, cuando bien articulados, convergen para una planificación rigurosa capaz de transformar costos elevados en rentables dividendos políticos, económicos y sociales invisibles a los ojos de la mayoría de los espectadores".

El estudio analizó tanto la planificación logística, financiera y comercial que tuvieron Barcelona, Sydney y Pekín para organizar los Olímpicos, y la comparó con las transformaciones locales en infraestructura, el surgimiento de nuevas actividades productivas y el crecimiento del turismo.

"Los impactos de realización de los Juegos Olímpicos por lo menos en los casos estudiados fueron muy positivos", concluye el informe.

"Crecimiento económico, impulso al turismo, aumento de oportunidades de empleo y reestructuración urbana fueron algunos de los beneficios obtenidos por esas ciudades", agrega.

Según el IPEA, Barcelona aprovechó los Juegos de 1992 para superar los años de estancamiento económico, modernizarse, dar un salto cualitativo y convertirse en una ciudad cosmopolita "muy bien evaluada según las normas mundiales".