El PLD elegirá al tercer primer ministro de Japón sin pasar por las urnas

Tokio.-  Japón se dispone a elegir a su tercer jefe de Gobierno en menos de dos años sin pasar por las urnas, pues será designado en unos comicios internos del Partido Liberal Demócrata (PLD), que ha dirigido el país durante medio siglo.

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(EFE)

El primer ministro japonés, Yasuo Fukuda, durante la rueda de prensa celebrada ayer en su residencia de Tokio, donde anunció anunció su dimisión tras menos de un año en el cargo ante su imposibilidad de gobernar por el bloqueo opositor en el Senado, lo que abre un nuevo período de inestabilidad política en Japón.

Algunos de los jerarcas del partido ya comenzaron desde hoy a tomar posiciones después de la repentina dimisión ayer del todavía primer ministro, Yasuo Fukuda, que será sustituido como líder del partido el 22 de septiembre en una ceremonia interna del PLD y posteriormente votado por la Cámara Baja.

El primer candidato en dar un paso al frente ha sido Taro Aso, un veterano de 67 años con amplia experiencia en la Administración, carismático y con tirón sobre todo entre los jóvenes, que ya disputó a Fukuda hace un año el timón japonés.

Aso, actual secretario general del PLD, se ofreció a última hora de ayer porque se cree "cualificado" para el trabajo después de haber discutido con Fukuda los planes actuales del Gobierno, incluido una abultada inyección anunciada la semana pasada para reactivar la segunda economía del mundo.

Tanto si es Aso el elegido, como si el partido se decanta por otro candidato como la ex titular de Defensa Yuriko Koike, el próximo primer ministro se volverá a encontrar con el muro insalvable del Senado, controlado desde hace un año por el opositor Partido Democrático (PD).

Quien ya ha hecho saber a la opinión pública que no intentará volver a ser primer ministro es Junichiro Koizumi, que gobernó Japón entre 2001 y 2006, y fue quien logró la aplastante mayoría en la Cámara Baja de la que todavía goza el PLD.

Aunque el próximo primer ministro japonés volverá a sufrir los "dolores de cabeza" provocados por la oposición que citó ayer Fukuda en su despedida, la posibilidad de un adelanto de las elecciones generales, previstas para septiembre de 2009, parece difuminarse.

El PLD es reticente a jugarse en unas elecciones el control político en un momento delicado para Japón, con la economía al borde de la recesión.

El último dato de crecimiento económico, publicado hace poco más de dos semanas, puso a las claras la situación: entre abril y junio la economía se contrajo un 2,4 por ciento a causa de la caída del consumo y de un frenazo en las exportaciones.

Además, la dimisión de Fukuda no parece haber mejorado el estado de ánimo de los mercados, porque el Nikkei cayó hoy a su nivel más bajo en cinco meses.

A partir de ahora, los japoneses presenciarán de nuevo cómo se pone en marcha la maquinaria interna de PLD de cara a la campaña interna, que comenzará dentro de ocho días.

Es el momento de sondear voluntades, seducir para lograr apoyos y planear "vendettas" en el oscurantista mundo interno del PLD, dividido en diversas facciones que con mucho sigilo actúan como un Parlamento alternativo al de la Dieta.

Por el momento, miembros de la mayor facción interna del PLD, liderada por el actual ministro portavoz, Nobutaka Machimura, ya han confirmado que no propondrán a ningún candidato para las elecciones.

Al fin y al cabo, los dos últimos primeros ministros, Yasuo Fukuda y Shinzo Abe, son miembros de la facción Machimura y los dos duraron en el cargo menos de un año.

El proceso será seguido atentamente por el Partido Democrático, que también está inmerso en la elección del hombre que liderará el partido en las próximas elecciones generales y que con toda probabilidad seguirá siendo Ichiro Ozawa, un antiguo miembro del PLD.

Ozawa y el secretario general del partido, Yukio Hatoyama, se reunieron hoy en la sede del partido y decidieron acelerar los preparativos para las próximas elecciones generales.