Energía para McCain

John McCain ha optado por la mejor garantía para revitalizar a los elementos más deprimidos dentro del movimiento conservador. Una jugada arriesgada pero optimista, y una rotunda declaración de intenciones por luchar por el voto de las mujeres casadas. En particular, las conocidas como soccer (o hockey) moms, mujeres suburbanas de edades medias, de formación media-alta, que compaginan el trabajo fuera de casa y las obligaciones propias de una madre de familia, como llevar a sus hijos a los entrenamientos de fútbol, hockey o beisbol, o a otro tipo de actividades extraescolares. Las hay por todo el país y no están afiliadas a ningún partido. Palin es madre de cinco hijos, uno de los cuales está alistado en las Fuerzas Armadas, y el último de ellos nació estando ya ejerciendo como Gobernadora.

John Gress (REUTERS)

Sarah Palin celebra su designación en Dayto, Ohio.

Encaja en el perfil del político que más suele gustar al votante americano de toda la vida. Alguien que ha volcado toda su actividad política hacia los asuntos más cercanos, locales y estatales, con una familia estándar, y una vida ordenada. El único punto oscuro conocido en su trayectoria en la política local de Alaska, son las acusaciones de haber despedido al comisionado de seguridad pública del estado, por haberse negado a despedir al ex marido de su hermana, un policía estatal. Parece que en Team McCain han concluido que son más los beneficios de su selección, que los contratiempos que pueda ocasionar esa historia.

Por sus raíces de clase media, podríamos integrarla en el grupo de los 'Sam's Club Republicans', tomando como referencia las populares tiendas de venta al por menor frecuentadas por las familias numerosas de clases medias y bajas para ahorrar algo de dinero al comprar productos en grandes cantidades. Es republicana de a pie, que responde a un patrón sociológico bien determinado, que comparte prioridades y forma de vida con el ciudadano regular de Alaska. A diferencia de lo que ocurre con los 'Country Club Republicans', republicanos adinerados, educados en las facultades de la Ivy League, e integrados en el establishment, la experiencia de Palin no supone una ofensa para las gentes de regiones que ven quebrar sus fábricas y agotarse sus minas de carbón.

Hija de un maestro de escuela de Idaho, su vida ha estado siempre marcada por el entusiasmo de sus padres por la vida en el campo, la caza y la pesca. Es miembro destacada de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), y defensora acérrima de la Segunda Enmienda -un punto de suma importancia en los estados del Oeste montañoso, en el que los dos integrantes del ticket demócrata ofrecen un historial liberal. Bien considerada en los comités políticos cristianos, puede consolidar el voto parroquial, principal frente de masas del electorado conservador, y el favor de los líderes evangélicos que son portavoces de un amplio sector de clase baja y media-baja, populista y anti-aristocrática.

Muchos esperaban una mujer para causar sensación y recuperar lo más rápido posible el ciclo informativo acaparado por la Convención Demócrata. La Senadora Kay Bailey Hutchison, de Texas, más experimentada, sonó con fuerza en los últimos días. Pero, a diferencia de Palin, ella hubiera cargado de razones a los rivales. Hutchison recibió hace dos años más contribuciones de campaña de grandes compañías de petróleo y gas que ningún otro miembro del Congreso, y antes había votado en contra de la financiación de programas de desarrollo de energías renovables. Asuntos centrales en la disputa electoral de este año, en los que una Gobernadora de corto recorrido como Palin no ofrece antecedentes incómodos conocidos. La experiencia, la Estrella de Bronce, y el Corazón Púrpura, ya lo pone McCain. Palin es energía.

*Antxon Garrogerrikabeitia ha publicado este texto originalmente en su blog sobre política estadounidense, 'Un vasco en Nashville'.