Nueva Orleans conmemora los tres años del paso de "Katrina" preparándose para "Gustav"

Nueva Orleans (EEUU).-  Nueva Orleans, sumida hace tres años en las aguas que levantó el huracán Katrina, conmemoró hoy el desastre con oficios religiosos, mientras el sur de Luisiana se prepara para el embate del huracán "Gustav" en los próximos días.

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(EFE)

Vista de un canal de agua que muestra el bajo nivel de las aguas en el Canal de la calle 17 en Nueva Orleans (EEUU).

La ciudad, cuyo casco urbano alberga ahora aproximadamente solo un 60 por ciento de la población que tenía antes de Katrina, se ha recobrado lo suficiente como para que hoy haya atascos de tránsito en las autopistas debido al éxodo temprano de miles de personas.

Con el recuerdo de la catástrofe que mató entre 1.500 y 1.800 personas a finales de agosto de 2005 y las críticas a las autoridades federales, estatales y municipales por el desamparo en que quedaron unos 60.000 habitantes de Nueva Orleans, las medidas de preparación este año son muy intensas.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, declaró hoy el estado de emergencia en Luisiana y 3.000 efectivos de la Guardia Nacional se preparan para la llegada del "Gustav".

Con estas medidas la Administración Bush ha querido anticiparse y dar una imagen de que hay más organización que hace tres años, cuando el huracán "Katrina" devastó la zona y el caos reinó durante varios días en la ciudad de Nueva Orleans.

El secretario de Seguridad Nacional, Michael Chertoff, se reunió con el gobernador de Luisiana, Bob Jindal, el alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, y el director de la Agencia de Emergencias (FEMA, en inglés), David Paulison, y ya se ordenó la evacuación a partir de mañana. sábado, de los habitantes en cuatro distritos de la costa del Golfo.

Si "Gustav" mantiene el curso que por ahora proyecta el Centro Nacional de Huracanes, después de que cruce el Golfo de México con rumbo norte-noroeste podría llegar a tierra en los municipios de Lafourch, Terrebonne y St. Mary, situados a unos cien kilómetros al oeste del lugar por donde "Katrina" entró en tierra.

En Nueva Orleans, con un día soleado y caluroso, las actividades continúan hoy con normalidad, aunque decenas de turistas han empezado a abandonar los hoteles, y en los suburbios, que antes del "Katrina" albergaban a unas 900.000 personas aumentaron las compras de los suministros en las tiendas.

Entre los artículos que ya escasean están los bidones de 5 y 10 litros utilizados para almacenar gasolina.

La experiencia de huracanes anteriores, en esta región batida por esos fenómenos casi cada año, enseña que debe tenerse una reserva de combustible para los vehículos.

El Departamento de Energía anunció este jueves que para garantizar el abastecimiento estaría dispuesto a poner en circulación parte del crudo de la Reserva Estratégica de Petróleo del país, que cuenta con 707,2 millones de barriles.

En varios municipios hubo hoy ceremonias religiosas no sólo por quienes perdieron la vida, sino por una ciudad donde todavía los barrios más pobres, que fueron los más afectados en 2005, permanecen abandonados, sin servicios públicos y con pocos residentes entre las casas que se pudren.

La Guardia Nacional de Luisiana ya ha instalado equipos para la recepción de datos meteorológicos vía satélite en sus destacamentos apostados en una franja que abarca desde el municipio de Sidell, en el límite con el estado de Misisipi, hasta Cameron, 400 kilómetros al oeste.

"La gente ha empezado a irse, llevándose sus pertenencias más valiosas", dijo a Efe Billy Nungesser, presidente de la parroquia Plaquemines, en el Bajo Misisipi, un área donde las marejadas que levantó el "Katrina" vencieron terraplenes de 20 metros de altura, devastaron plantaciones y diezmaron la ganadería.

El Cuerpo de Ingenieros del Ejército, que tiene a su cargo los diques y canales del país, ha doblado sus esfuerzos en estos tres años para reforzar y elevar los terraplenes que protegen las tierras bajas del sur de Luisiana.

Este cuerpo tiene un almacén repleto de chapas de acero y toneladas de bolsas de arena, y está listo para el traslado de los materiales con helicópteros a los sitios donde puedan abrirse brechas en los diques.