Álvaro Pombo considera que "todas las muertes, hasta las más esperadas, son muertes súbitas"

Santander.-  El escritor Álvaro Pombo ha confesado hoy que, en su carácter y también en el de sus criaturas de ficción, hay "un larvado rechazo a terminar", una rebelión contra la muerte súbita, que, a su juicio, son todas y cada una de las muertes, hasta las más previsibles y esperadas.

El autor de "La fortuna de Matilde Turpin" ha decidido interrumpir por unas horas la febril actividad literaria en la que está metido para participar en un encuentro sobre la muerte súbita que han organizado la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.

El escritor y académico santanderino está a punto de terminar tres obras, dos narraciones y una colección de poemas, un género en el que no publica desde hace tiempo, y por eso ha renunciado a acudir a la UIMP este verano para hablar de su literatura. "Terminar de escribir una novela es como una operación a corazón abierto. Hay que concentrarse y meter muchas horas", ha explicado.

Pero no ha podido resistirse cuando el cardiólogo Jesús Gutiérrez Morlote le ha invitado a hablar de la muerte, la súbita y la propia, a los médicos que asisten al curso de Valdecilla.

Álvaro Pombo, que nació en 1939, ha recordado que pertenece a una generación educada en la filosofía existencialista y que a los veinte años ya había "entrado de lleno" en la obra filosófica de Heidegger y Sartre y en los libros de Rilke y Thomas Mann.

De esos autores ha leído algunos textos, que ha intercalado con sus propias reflexiones acerca de la muerte, sobre todo aquella que irrumpe en la vida sin previo aviso y que "sobrecoge por su inverosimilitud", como ocurrió hace unos días con la catástrofe aérea de Barajas, o la que llega después de un "aviso muy débil", como la del futbolista Antonio Puerta.

"La muerte nos parece tan inverosímil, tan absurda porque es la entrada en lo no humano", ha dicho Pombo, quien no está de acuerdo con Rilke en que cada cual tiene su propia muerte, como tiene su propia vida.

Para el escritor santanderino, toda muerte, por muy esperada que sea, es una muerte súbita, porque hace que cesen todos los proyectos y se convierte en "una posibilidad que niega todas las posibilidades".

En sus libros está presente la idea de que nadie puede prepararse para morir, sino que hay que vivir hasta que la muerte acabe con todos los proyectos. Por eso sus personajes se esfuerzan en llegar a ser lo que quieren ser y el final nunca entra en sus cálculos.

"Mis personajes y yo estamos metidos en un voluntarioso análisis de la vida. Y la muerte no es parte de la vida, es la muerte", ha afirmado Álvaro Pombo quien ha exclamado más adelante:"¡Estaría bueno que me conformara con que no pasara nada después. Tiene que pasar!".