Amorim alerta que si fracasa la Ronda de Doha aumentarán las disputas comerciales

Brasilia.-  El canciller de Brasil, Celso Amorim, advirtió hoy de que un fracaso definitivo de la Ronda de Doha multiplicará las disputas en la OMC, aunque aclaró que aún guarda esperanzas sobre una posible conclusión de las negociaciones.

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(EFE)

Amorim tiene previsto continuar los contactos para la posible reanudación de la Ronda de Doha en Australia y Nueva Zelanda, países que visitará la semana próxima.

El ministro explicó en una rueda de prensa que los últimos contactos entre líderes mundiales y negociadores alientan la posibilidad de que haya una reunión en septiembre u octubre próximos para intentar evitar el naufragio de la Ronda de Doha, tras el fracaso del último encuentro en Ginebra.

Si eso no fuera posible, reiteró que las negociaciones sobre un nuevo marco en la Organización Mundial de Comercio (OMC) quedarán paralizadas "durante dos o tres años", un período en el que vaticinó que se multiplicarán las disputas comerciales.

Puso como ejemplo que Brasil pidió "hace un mes" a la OMC que sea retomado un proceso de arbitraje contra Estados Unidos, por los subsidios que ese país otorga a la producción de algodón.

La OMC ya determinó que Estados Unidos incumplió su obligación de eliminar esas subvenciones, pero quedó pendiente la fijación del valor de las sanciones comerciales que podrá aplicar, que según se conjetura en algunos sectores podría ser cercano a los 1.000 millones de dólares.

Según Amorim, el hecho de que Brasil decida reactivar el proceso "no quiere decir que no se tenga preferencia por una solución negociada", que vinculó directamente a la posible vuelta a la mesa de negociaciones de la Ronda de Doha.

"Si en estos intentos por retomar (la Ronda de Doha) hay una solución para el algodón, naturalmente eso sería tomado en cuenta", indicó el ministro, aunque añadió que: "si no avanzamos en la OMC, ciertamente no habrá otro camino" que las demandas comerciales.

Sobre esa posible reanudación de las negociaciones, dijo estar convencido de que queda una "pequeña brecha de oportunidades" que sólo podrá ser aprovechada si existe la "voluntad política que se requiere".

De todos modos, reconoció que "no queda mucho tiempo", pues debería ser antes de que se celebren las elecciones en Estados Unidos, en noviembre próximo.

Insistió, no obstante, en que entre los negociadores existe "una inconformidad general" y "deseos de discutir" para hallar una salida a una situación que podría afectar la credibilidad de la propia OMC.

Sin embargo, admitió que hasta ahora "no existe una fórmula" que pueda satisfacer "a todos", y en especial en torno a las marcadas diferencias entre países ricos y en desarrollo en los sectores de agricultura e industria.

Esas diferencias también afloraron entre los propios países en desarrollo, lo que admitió que deberá "ser trabajado", incluso en el seno del Mercosur, que forman Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.

Argentina fue uno de los países que mantuvo una posición dura en la Ronda de Doha, lo que Amorim atribuyó a que ese país "sufrió" en los últimos años un deterioro que afectó especialmente a su sector industrial, sobre el que dijo que "merece un tratamiento especial".

Recordó que Brasil ha mostrado "toda su comprensión" en relación al país vecino y reconoce que Argentina tiene "un problema específico", que debe ser considerado como tal.

"Vamos a tener que encontrar una solución y ver cómo es posible compatibilizarla" con las negociaciones en la Ronda de Doha, si es que se logra retomarlas en los dos próximos meses, dijo.