En libertad un hacendado que apaleó a un trabajador y lo arrojó luego a los leones

Johannesburgo.-  Un hacendado que en 2004 apaleó con ayuda de uno de sus empleados a Nelson Chisale, un trabajador de su reserva privada de animales salvajes en el norte de Sudáfrica, y luego arrojó a su víctima a una jaula con leones, que devoraron el cuerpo, fue puesto hoy en libertad provisional.

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(EFE)

Mark Scott-Crossley, convicto por el asesinato de Nelson Chisale, un trabajador de su reserva privada de animales salvajes en el norte de Sudáfrica, al que apaleó y arrojó vivo a una jaula de leones en Hoedspruit.

El dueño de la reserva, Mark Scott-Crossley, fue hallado culpable de asesinato y condenado a cadena perpetua en 2005, y el empleado que lo ayudó en el crimen, Simon Mathebula, recibió una sentencia de 15 años de cárcel.

Scott-Crossley y Mathebula agredieron a Chisale, quien había sido despedido por el primero, cuando éste regresó a la hacienda para retirar sus pertenencias.

En octubre del 2007, Scott-Crossley apeló la sentencia original tras admitir que junto con Mathebula habían golpeado a Chisale, después de que éste lo atacara con un cuchillo, aunque afirmó que el trabajador ya estaba muerto cuando lo arrojaron a los leones.

La Corte de Apelaciones aceptó el recurso de Scott-Crossley, -quien adujo que el homicidio de Chisale había sido involuntario-, lo exoneró del delito de asesinato premeditado original y lo condenó a cinco años de prisión por complicidad en la agresión que condujo a la muerte del trabajador.

Mathebula no presentó ninguna apelación ante el tribunal y cumple su sentencia de 15 años.

La libertad condicional de Scott-Crossley, quien fue liberado bajo estricta supervisión de las autoridades correccionales sudafricanas y deberá prestar servicios comunitarios durante 36 meses, ha desatado una oleada de indignación entre los sindicatos de la provincia sudafricana del Noroeste.

La sección provincial del Congreso Sudafricano de Sindicatos (COSATU, en inglés) manifestó su "rechazo total" a la decisión judicial de poner en libertad condicional a Scott-Crossley y dijo que "aquellos que son ricos y blancos continúan siendo tratados de forma diferente de quienes son pobres".

COSATU instó a la sociedad civil a enviar notas de protesta al Departamento de Justicia, el Departamento de Servicios Correccionales y la Comisión de Derechos Humanos de Sudáfrica por lo que tildó de "un pobre servicio" al país.

La Organización de Presos Sudafricanos por los Derechos Humanos (SAPOHR) expresó también su "disgusto" ante la liberación de Scott-Crossley al que calificó de "violento y racista delincuente".

La SAPOHR pidió que se ponga en libertad a los presos por delitos no violentos y no reincidentes, a quienes han cumplido más de la mitad de su condena, los mayores de 60 años y enfermos terminales, al tiempo que amenazaba con una campaña de protestas en todas las prisiones del país si no se atienden sus demandas.

La Liga Juvenil del Partido Comunista Sudafricano dijo a su vez que está "profundamente afectada e indignada" por la liberación de Mark Scott-Crossley y que la decisión de las autoridades "debe ser condenada por todos los sudafricanos".

"Respetamos el imperio de la Ley, pero nos disgusta la continua tendencia hacia un sistemático aborto de la justicia en asuntos relacionados al asesinato de trabajadores negros en el país", señala la Liga Juvenil comunista.

El asesinato de Chisale y el juicio de Scott-Crossley han recalcado las tensiones raciales que subsisten en la áreas rurales de Sudáfrica, pese a catorce años de igualdad ante la ley tras el desmantelamiento del antiguo régimen segregacionista del "apartheid".