JARC desvela un caso de lengua azul en Lleida y pide flexibilidad en la vacuna

Lleida.-  El sindicato agrario JARC ha desvelado hoy que esta semana se ha detectado en Lleida el primer caso de la enfermedad de la lengua azul, una patología que se trasmite por un mosquito y afecta a los rumiantes de Europa, al tiempo que ha pedido que se dé mayor flexibilidad en la aplicación de la vacuna.

ampliar foto

(EFE)

El conseller de Innovación, Universidades y Empresa, Josep Huguet.

El departamento de Agricultura de la Generalitat emitió el pasado 6 de agosto una orden por la cual obligaba a la vacunación de toda la cabaña ganadera catalana como medida de prevención contra la enfermedad y en la que aseguraba que Cataluña estaba libre de la enfermedad, que no afecta a los humanos.

En rueda de prensa, los responsables del sindicato de Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cataluña (JARC) han desvelado hoy que esta misma semana se ha detectado un caso de lengua azul en una explotación de Lleida.

A la espera de que el departamento anuncie públicamente éste caso, la organización ha explicado que a través de los análisis de sangre se detectó que un ternero de una explotación leridana era portador de esta enfermedad, por lo que se sacrificó y se vacunó el resto de la granja.

"Por ahora es el único caso que se ha detectado en toda Cataluña, pero era de esperar que hubiese algún caso, ya que estamos en una zona en la que amenaza afecta de lleno. Además, la climatología estos días es propicia para la aparición de la enfermedad, por lo que es de prever que aparezcan más casos", ha señalado Joan Carles Massot, responsable de la sectorial del vacuno de carne.

Respecto a la campaña de prevención iniciada por Agricultura, Massot ha recordado que entre este mes de agosto y el 31 de octubre se tendrán que vacunar en Cataluña 1,2 millones de animales, de los cuales unos 430.000 pertenecen a la cabaña vacuna de engorde, 157.000 a la de leche, 508.000 son reses ovinas y 64.000 cabrunas.

Según ha explicado Massot, lo que reclama el sindicato es que no se tengan que vacunar los animales a los que le falten dos meses para matarlos, ya que a muchos se les inflama la zona donde reciben el pinchazo y luego en el matadero los rechazan, lo que supone una pérdida para los ganaderos.

"Ahora nos permiten no vacunar a los animales de menos de tres meses y a los que les falte un mes para ir al matadero, pero pedimos que sean dos meses ya que a muchos la inflamación de la vacuna les dura muchos días y luego tenemos problemas de decomisos en el matadero", ha explicado Massot.

Además, Massot considera que se tendría que compensar de alguna forma las pérdidas que tiene los ganaderos por la administración de la vacuna, ya que aunque Agricultura paga la vacuna y pone a los veterinarios que la administran, los responsables de las explotaciones pierden horas de trabajo ayudando a administrarla y con el manejo de los animales.

Por su parte, el responsable de la sectorial del ovino, Josep Sarrablo, ha reclamado que se compense a los ganaderos de las pérdidas que sufren entre la cabaña de reproductoras, ya que a causa de la vacuna muchas ovejas acaban abortando.

"Cerca de un 2% de las reses acaban abortando por la vacuna y Agricultura sólo nos compensa con 18 euros, cuando nosotros creemos que tendrían que ser 40, ya que los animales que perdemos ahora son corderos que venderíamos para la campaña de Navidad y se pagan mucho más caros", ha explicado Sarrablo.

Por último, también han pedido que la campaña se pueda alargar más allá del 31 de octubre, sobre todo para los rebaños de montaña, ya que hasta dentro de un par de meses no muchos bajan a la plana.