La tanorexia, ¿una enfermedad o un invento de los medios?

Este verano la noticia sobre una nueva enfermedad llamada 'tanorexia' —de 'tan', bronceado en inglés— que se describe como una adicción al sol o a estar bronceado, ha aparecido en diversos medios de comunicación. La primera vez que escuché hablar sobre ella fue en un programa de televisión y me puse a investigar sobre la enfermedad.

Mariana Coutinho (Flickr)

Ojito con el sol.

Tratando de encontrar evidencias acerca de si la tanorexia es una enfermedad de carácter fisiológico o simplemente una dependencia social (nuestra autoestima mejora al tener mejor aspecto bronceados) me puse a revisar la bibliografía.

En el año 2004 se publicó un artículo en la Revista Americana de Dermatología donde se comprobó que la exposición a radiación ultravioleta es un estímulo de refuerzo -dependencia biológica- en personas que frecuentan las cabinas de bronceado. Es decir, quienes van al solarium habitualmente notan efectos beneficiosos tras la exposición. Todo esto se basa en que la teoría por la cual habría un mecanismo biológico: la exposición solar podría contribuir a la liberación de endorfinas que nos hacen sentirnos mejor, serían como las 'hormonas del bienestar'.

Claro que hay que tener en cuenta que en el estudio se incluyeron 12 individuos que acudían a 'darse rayos UVA' ¡de ocho a 15 veces al mes! En ellos se pudo comprobar que distinguían qué máquinas emitían ultravioleta y cuáles no, y que tras las exposiciones a la radiación su estado de ánimo mejoraba y estaban menos tensos.

Hay otros estudios que relacionan la dependencia al sol con los opiáceos y que también evidencian el carácter fisiológico de esta adicción al sol. Pero los estudios son pocos y con un número muy reducido de sujetos incluidos.

¿Cuál es la conclusión de todo esto? Pues que en realidad la tanorexia no es síndrome descrito oficialmente por la comunidad médica, más bien ha sido utilizado por los medios de comunicación. Harían falta muchos más estudios e investigación para demostrar que la dependencia del bronceado es fisiológica. Lo que sí parece evidente es que existe una dependencia social (sólo grave en casos puntuales) por estar morenos: el aspecto saludable hace que nos sintamos más seguros, además algunos lo interpretan como un indicador de clase social, ya que el bronceado se asocia con ocio y vacaciones. Por estas razones hay personas que quieren pasar todo el año bronceadas, pero de ahí a que la comunidad médica describa la tanorexia como una enfermedad hay un trecho.

En cualquier caso, y más con los productos autobronceadores y los maquillajes, lo importante es minimizar la exposición al sol, utilizar cremas fotoprotectoras y ¡¡evitar las cabinas de bronceado!!

*Elena de las Heras Alonso es dermatóloga .