Turquía e Irán no llegan a un acuerdo para la construcción de un gasoducto

Estambul.-  El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, llegó hoy a Turquía en una visita de trabajo de dos días para, entre otros asuntos, avanzar en las relaciones energéticas, pero de momento ambos países no han logrado un acuerdo para construir un gasoducto que refuerce el deseado intercambio de energía.

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(EFE)

El presidente del Turquía, Abdullah Gul (c), da la bienvenida a su homólogo iraní, Mahmoud Ahmadinejad (dcha), en el Palacio de Ciragan en Estambul (Turquía). Ahmadinejad se encuentra de visita oficial en Turquía durante dos días.

No obstante, tras la reunión de Ahmadineyad con su colega turco, Abdullah Gül, en la que se habló de los conflictos en el Cáucaso y Oriente Medio, las delegaciones de Irán y Turquía trabajaron en la firma de otros acuerdos que reforzaran la cooperación en campos como la lucha contra el tráfico de drogas y el contrabando.

En cuanto a cooperación energética, la cadena CNN-Türk informó de que los negociadores turcos e iraníes no fueron capaces de superar las diferencias en torno a la construcción de un gasoducto que refuerce las línea energética existente.

Con todo, en un comunicado oficial tras la reunión de Ahmadineyad y Gül se afirma que "ambos países se comprometen a continuar los esfuerzos para desarrollar los campos de la electricidad y el gas", y en especial, "el transporte de gas a Turquía a través de territorio iraní".

Además, "los dos países se muestran satisfechos por el buen desarrollo de las prospecciones turcas en las reservas de gas iraníes", añade la nota.

El problema reside en que durante los meses de mayor consumo energético (diciembre y enero), Irán -cuarto productor mundial de crudo y segundo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)- no es capaz de garantizar el abastecimiento continuo de Turquía, por lo que Ankara quiere reforzar el suministro con una nueva tubería.

Turquía busca en Irán no sólo cubrir sus propias necesidades de energía, sino también garantizar el abastecimiento de las líneas energéticas que cruzan el país en dirección a la Unión Europea (UE), así como de futuros proyectos como el gasoducto Nabucco, clave en la reducción de la dependencia europea del gas ruso.

El pasado año, Teherán y Ankara aprobaron la participación de empresas turcas en la explotación del gas del campo de South Pars (en el que ya participan las compañías Shell y Repsol), situado en las aguas territoriales de Irán y Qatar en el golfo Pérsico y considerado el mayor yacimiento de gas y petróleo del mundo.

Según diversos cálculos, en Irán se encuentran reservas energéticas de 128.500 millones de barriles de petróleo y 38,7 billones de metros cúbicos de gas, de los que Turquía podría extraer 20.400 millones de metros cúbicos de gas para exportarlos a Europa.

Así, los intereses de ambos países por intensificar su intercambio en el sector de la energía son enormes, pero, según los observadores, los planes de avanzar en este sector de vital importancia se ven obstaculizados por el conflicto que enfrenta a Irán con Estados Unidos, Israel y otras potencias occidentales, debido al polémico programa nuclear iraní.

Esta es la primera visita de Ahmadineyad a Turquía, miembro de la OTAN, desde que comenzó a gobernar en 2005 y la primera de un presidente iraní desde 1996.

En algunos medios ha sido interpretada como un intento de Teherán de demostrar que mantiene lazos importantes con el país vecino, a pesar del contencioso nuclear, y, por ello, provocó una queja oficial de la Embajada de Israel, un sólido aliado de Turquía en Oriente Medio.

Por temor a un posible atentado contra el líder iraní, las medidas de seguridad se reforzaron con la participación de 5.000 policías encargados de proteger los lugares por los que pasaría el mandatario, en los que el tráfico fue interrumpido y las vías cerradas a los peatones.

Uno de los temas de seguridad en los que ambos países han reforzado su colaboración es la lucha contra el separatismo kurdo, pues esa minoría habita también en Irán, y ambas capitales se oponen a su ambición de crear un Estado propio.

Sin embargo, respecto al espinoso conflicto en torno al programa nuclear de Irán, nada ha trascendido a la prensa tras la reunión de hoy, si bien con anterioridad la agencia iraní IRNA había confirmado que el contencioso sería uno de los asuntos a tratar.