Las familias andinas de Perú logran sembrar hortalizas a 4.000 metros de altura

Lima.-  Cultivar hortalizas a casi 4.000 metros de altura es ahora posible, como lo han demostrado alrededor de 30.000 familias que viven en las regiones andinas del sur del Perú, utilizando tanto prácticas ancestrales como tecnología moderna.

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(EFE)

Cultivar hortalizas a casi 4.000 metros de altura es ahora posible, como lo demuestran cerca de 30.000 familias que viven en las regiones andinas del sur del Perú.

Según publica hoy el diario El Comercio, son campesinos de los departamentos de Cuzco, Huancavelica, Ayacucho y Apurímac, que han vencido a la altura con técnicas nativas como el "ichu" -proteger cada brote con plantas secas hasta que sea fuerte- para lograr así vencer a los vientos y el frío de la montaña.

Ahora cultivan hasta 13 tipos de hortalizas y, de paso, han logrado mejorar la calidad de su ganado, todo ello con el fin de afrontar la desnutrición en sus familias e ingresar al mercado con sus productos.

En sus poblados eran desconocidos cultivos como la zanahoria, lechuga, cebolla, zapallo (calabaza), rabanito, acelgas o brócoli por el intenso frío que mataba los brotes de esas hortalizas en sus primeras semanas de crecimiento, señaló un informe del diario El Comercio.

Los agricultores, con el apoyo de la ONG Instituto para una Alternativa Agraria (IAA), utilizan ahora el riego por aspersión, las miniparcelas de granos y tubérculos, el abono orgánico, los hibernaderos y las termas solares, entre otras técnicas, para comenzar a producir con una inversión inicial de 390 dólares por cada cultivador en el primer año.

Este modelo, denominado Sierra Productiva, se extendió por iniciativa de los "yachachik" (capacitadores, en quechua) a otras regiones vecinas e igualmente deprimidas económicamente, en momentos en que se vive una crisis alimentaria mundial.

El financiamiento ha sido obtenido, en algunos de los casos, de los fondos destinados por el Estado al combate de la pobreza, a través del Programa Juntos, que distribuye unos 30 dólares mensuales entre 400.000 familias pobres del país.

Una vez puesta en marcha la tecnología desarrollada por los campesinos del programa Sierra Productiva, los ingresos mensuales ascienden a entre 100 y 150 dólares en el primer año de producción, que pueden llegar a más de 700 dólares en el tercero.