Samuel Sánchez dice que a la contrarreloj va "con un oro al cuello, sin presión"

Pekín.-  Samuel Sánchez correrá la contrarreloj del próximo miércoles "sin presión" porque ya tiene colgado al cuello el oro olímpico de la prueba de fondo, pero el asturiano no ha dejado de preparar la carrera con la misma profesionalidad de siempre.

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(EFE)

Samuel Sánchez (c) posa junto a sus compañeros de equipo Carlos Sastre, Alejandro Valverde, Oscar Freire y Alberto Contador (i-d). EFE/ Alberto Estévez

"Yo ya tengo un oro, si me sale una crono excepcional pues fenomenal, pero si no, no pasa nada. Mi mentalización es igual que si no hubiera ganado la medalla. Mi profesionalidad no ha cambiado, soy un cabezón", afirma el asturiano a Efe.

"Samu" no ha cambiado un ápice su forma de preparar la carrera. "Como, entreno, descanso, todo igual. Ni siquiera he podido celebrar el triunfo con el resto de los españoles. Lo hemos aplazado para otro momento", asegura.

Para preparar la crono cuenta con el entorno adecuado, el de la Villa Olímpica de Pekín. "No hay mejor lugar para preparar una prueba, aquí estás al margen de euforias. Me cruzo con ríos de deportistas que no sé si han ganado medalla y que no saben que yo la he ganado", indica.

La única nota discordante le entra a través del teléfono, donde ha recibido más de 300 mensajes e innumerables llamadas. De ellas, Samuel se queda con las de los Príncipes de Asturias y del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "Son gente que nunca piensas que te van a llamar", dice emocionado.

"Pero también he recibido llamadas muy emotivas de amigos cercanos y esas te llegan más", confiesa.

Por el momento, el ovetense se conforma con disputarle "por unos días" el corazón de sus paisanos al piloto Fernando Alonso, pero sabe que pronto las aguas volverán a su cauce. "Él tiene el protagonismo todo el año, pesa mucho, es un Dios", afirma.

A lo que no renuncia es a la celebración que le aguarda en Oviedo a su regreso. "Va a ser algo bastante grande, aunque yo no lo sé, estoy en mi mundo", dice.

Sánchez tiene asumido que su vida no será igual tras su triunfo a los pies de la Gran Muralla China. "Todos me dicen que va a cambiar pero a mejor, que esto es un gran evento, que tiene una gran trascendencia, así que estoy contento", señala.

Comenta orgulloso los artículos que se han publicado en la prensa y asegura que le emociona ver reflejados detalles de su vida que hasta ahora eran secretos, como su pasión por las motos, heredada de su padre, dueño de un taller, o su admiración por Valentino Rossi.

Acaba de vender su Ducati porque apenas tenía tiempo de montar en ella, pero recuperará su pasión por las motos cuando se cierre su etapa de ciclista. Entonces quizá pueda cumplir su sueño de disputar una prueba como las 24 horas de Montmeló o un rally. "El Dakar es demasiado peligroso, prefiero algo más sencillo, en un circuito", asegura.

Un circuito le espera el miércoles, el mismo que le llevó directo a la cima del Olimpo por las laderas de la Gran Muralla. Su mirada se ha encendido y su sonrisa es ahora más franca.