El cadáver del animal encontrado en Baztán es el de un cánido

Pamplona.-  La necropsia practicada al cadáver animal encontrado en Baztán, finalizada esta tarde, ha descartado definitivamente que se trate de un oso, al corresponder a un cánido, probablemente un perro de tamaño inusualmente grande y raza sin determinar, dado el estado de los restos.

Así lo ha comunicado el Ejecutivo foral en una nota, que recuerda que el tamaño de unos cien kilos y pelaje del animal, así como su avanzado estado de descomposición, hizo creer en un primer momento a los técnicos que podría tratarse de un plantígrado no salvaje.

Sin embargo, la necropsia lo ha descartado tras recomponer y examinar la osamenta correspondiente a las patas del animal, así como la longitud relativa entre los huesos fémur y húmero, que no corresponden con un plantígrado.

Sí que el estudio afirma que el cadáver corresponde a un cánido, probablemente un perro de tamaño inusualmente grande y raza sin determinar debido al estado de los restos del animal.

Las mismas fuentes justifican la "equivocación" en este tipo de identificaciones, tal y como ocurrió en julio en Cantabria en un caso muy similar, porque el cadáver hallado estaba en un avanzado estado de descomposición, el color y la largura del pelo era igual que el de un oso, la forma del cráneo y las orejas eran muy similares a las de un oso y sus medidas cuadraban más con las de un oso que con las de un perro.

De hecho, actualmente no hay constancia veterinaria de que haya perros de esa fisonomía censados en la Comunidad Foral.

En este caso, el cadáver del animal fue descubierto ayer por la mañana por un matrimonio baztanés, propietario de una borda sita en las cercanías del lugar del hallazgo, cerca de la carretera a Orabidea (Baztan), donde el fuerte olor que despedía les hizo acercarse al barranco donde se encontraba.

Hasta el lugar de los hechos fueron movilizados la Policía Foral y técnicos y personal de campo del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, quienes trabajaron con la hipótesis de que pudiera tratarse de un oso pardo, por lo que durante toda la tarde inspeccionaron el terreno y el cadáver, y tomaron huellas y muestras de ADN que sirvieran para su identificación.