AENA invierte 300 millones de euros en el aeropuerto de Palma para llegar a 30 millones de pasajeros

Palma.-  AENA invertirá unos 300 millones de euros en la demolición de la Terminal B del aeropuerto de Son Sant Joan y la posterior ampliación de la infraestructura, con el objetivo de mejorar la operatividad y aumentar los vuelos con escala en Mallorca y llegar así hasta los 30 millones de pasajeros anuales.

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(EFE)

Trabajadores de Aena contemplan el derribo de la Terminal B del aeropuerto de Son Sant Joan, en el que se van a iniciar unas obras que permitirán alcanzar la cota de 30 millones de pasajeros anuales.

Así lo ha explicado hoy el director del aeropuerto palmesano, Nemesio Suárez, durante el inicio de la demolición de la Terminal B, un momento que ha tildado de "nostálgico" dada la antigüedad de esta infraestructura, que data de 1972.

Sin embargo, Suárez ha remarcado que con el derribo "se inicia una nueva etapa" en la que el aeropuerto espera llegar hasta los 30 millones de pasajeros, umbral establecido por el Gobierno central para que los ejecutivos autonómicos puedan acceder a la cogestión de sus aeropuertos.

Según la ampliación prevista por AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea), allá donde se ubica la antigua Terminal B, de 26.410 metros cuadrados, se construirá una plataforma para aeronaves de 38.000 metros cuadrados, al tiempo que se ampliará el Módulo C con un nuevo dique y una nueva plataforma de 21.389 metros cuadrados.

El crecimiento que está experimentando el tráfico interinsular, para el que se inauguró en 2002 un módulo de embarque, ha llevado a AENA a planificar nuevas infraestructuras que se adapten mejor a las necesidades de pasajeros, compañías aéreas y empresas de "handling" (servicios de atención en tierra para pasajeros y aeronaves).

Estas nuevas necesidades se unen al mínimo exigido de 30 millones de pasajeros anuales para que Baleares pueda acceder a la cogestión del aeropuerto, para lo que, según AENA, son "imprescindibles" estas obras, que se esperan poder inaugurar antes del final de 2009.

Dentro de ellas, se enmarcan las mejoras en el centro de distribución del tráfico aéreo ("hub") del Módulo C, que supondrán para el año 2010 el movimiento de 4,5 millones de pasajeros al año en más de 32.500 operaciones.

El número de pasajeros estimado para este año es de 23.300.000 lo que significaría un aumento del 0,9 por ciento respecto al ejercicio anterior, ha explicado el director del aeropuerto.

La demolición de la antigua Terminal B facilitará la ampliación de la plataforma de estacionamiento de aeronaves, acercándola al actual Módulo B (interislas) y a la ampliación del Módulo C.

La nueva plataforma interinsular del Módulo B evitará a los pasajeros tener que embarcar a través de jardineras (autobuses), ya que los aviones podrán aparcar delante de esta terminal.

Junto con la Terminal B, también se derribará la antigua central eléctrica, lo que dará paso a una nueva plataforma en la que está previsto el estacionamiento de cuatro aeronaves, así como la construcción de un túnel de acceso a la torre de control y de la duplicación de la capacidad del aparcamiento para abonados, que pasará a tener 12.000 plazas.

Por otra parte, la ampliación del Módulo C supondrá incrementar de 20 a 33 las puertas de embarque actuales y contempla una plataforma de estacionamiento de aeronaves de 9.800 metros cuadrados, un nuevo dique con seis pasarelas y cinco puestos en remoto de 11.589 metros cuadrados.

En esta actuación también se construirá una nueva sala de embarque con pasarela entre los módulos C y D, además de la eliminación de dos patios interiores que crearán un espacio de 2.400 metros cuadrados.

Asimismo, las obras en el Módulo C mejorarán el tráfico denominado "hub", en donde el aeropuerto recibe aviones de diferentes ciudades aproximadamente a la misma hora y, después de dar al pasajero tiempo suficiente para poder cambiar de aeronave, todos los aviones vuelven a volar hacia las mismas u otras ciudades.

Esta mejora del tráfico "hub", contemplada dentro del plan de negocio estratégico, busca "fidelizar", según Suárez, a compañías como Air Berlin y Niki, así como intentar atraer a otras compañías para abrir nuevos mercados.