El Gobierno y la banca, forzados a otro ejercicio de diplomacia con Chávez

El Gobierno Zapatero y el Banco Santander han tenido que forzar un nuevo ejercicio de diplomacia con el presidente venezolano Hugo Chávez, tras anunciar éste que iba a "comprar y nacionalizar" el Banco de Venezuela, filial de la entidad que preside Emilio Botín.

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Chávez anunció anoche que nacionalizara un banco del Santander.

El objetivo de tal ejercicio diplomático es que Chávez pague al menos lo que vale el banco -unos 1.200 millones de dólares- y no poner en riesgo el resto de los intereses españoles en Venezuela, donde multinacionales como Telefónica o Repsol están en primer lugar, y otros bancos como BBVA o compañías como Mapfre tienen intereses multimillonarios. En un escueto comunicado de poco más de ocho líneas, el Santander reconoce que "tenía previsto vender el Banco de Venezuela -que adquirió en 1996- a un grupo inversor privado venezolano". En ese proceso, se alcanzaron "determinados compromisos", sin que se llegara a acordar la compraventa.

Según varias versiones de la prensa venezolana, el grupo al que iba a ser vendido el Banco de Venezuela es el del multimillonario Víctor Vargas, propietario del Banco Occidental de Descuento (BOD) y conocido en España como el suegro de Luis Alfonso de Borbón, el hijo de Carmen Martínez-Bordiú y Alfonso de Borbón.

Anoche, Hugo Chávez, en su alocución de los jueves y con motivo de un evento con colegios católicos anunció "vamos a nacionalizar el Banco de Venezuela".

Tras una noche loca de negociaciones y contactos al otro lado del Atlántico -una parte de los responsables del banco cántabro para Latinoamérica estaban en La Habana y en México y han estado toda la noche hablando con España- tanto Botín como el Gobierno de Zapatero han optado por ponerse al frente de la manifestación. Mientras el banco ha emitido un comunicado a primera hora de la tarde, donde confirma que está negociando con el Gobierno de Chávez para vender su filial Banco de Venezuela, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega ha explicado que anoche, tras el anuncio de Chávez, el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos habló con su homólogo venezolano.

"No va a haber ningún tipo de nacionalización" ha declarado la vicepresidenta, tras reconocer que se enteraron de las intenciones del mandatario venezolano por su alocución. La vicepresidenta trató de localizar a Emilio Botín y no lo ha conseguido hasta esta mañana.

Hace una semana que Chávez estuvo en Madrid con Zapatero y en Menorca con el Rey Juan Carlos y no abordó el asunto, aunque el Banco Santander ya anunciaba, en su memoria ejercicio del año pasado, su intención de deshacerse del Banco de Venezuela y los contactos con Vargas estaban muy avanzados.

Sobre lo incómodo de Caracas

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El Banco de Venezuela pertenece al grupo Santander desde 1996.

La entidad cántabra lleva instalada en Venezuela desde 1996. Pero desde el último triunfo electoral de Chávez y el incidente en la cumbre Iberoamericana con el Rey Juan Carlos (el famoso "¿Por qué no te callas?") no estaba cómodo allí. Oficialmente nunca lo han dicho ni lo dirán públicamente. Ni Botín, ni ningún otro banquero o empresario español que tenga inversiones en aquel país.

Los intereses de los empresarios españoles en Venezuela son demasiado importantes como arriesgar y es preferible soportar a Chávez o marcharse. El que pueda, porque hay empresas, como la petrolera Repsol, que lo tienen más complicado.

Desde el año 2007, fecha del referéndum de Chávez para perpetuarse, las empresas españolas "están incómodas y temen a la inseguridad jurídica, aunque es un tema que se habla en bajo. Lo mismo pasó tras la llegada de Evo Morales a Bolivia" explica un experto jurista de una entidad financiera, quien interpreta la decisión del Santander de anunciar que negocia con Chávez como una jugada para la que no había otra salida.

"Si Chávez decide nacionalizar ¿que puede hacer el banco para defenderse? Es un proceso jurídico larguísimo, del que Botín no querrá ni oír hablar. Además, dañaría también al resto de las empresas con intereses allí. Por eso han hecho ese anuncio" remacha el experto.

Poderosas razones para soportar

La inversión española en Venezuela se incrementó notablemente después de 1996. En concreto, las firmas hispanas han invertido 1.704,1 millones de euros desde que Hugo Chávez llegó al poder, en 1999, según el Consejo Superior de Cámaras de Comercio. Santander, BBVA, Repsol, Telefónica y Mapfre han liderado los flujos de capital bruto español. La mayor intensidad inversora se produjo en 2001, cuando se disparó hasta 1.150 millones, un 942% más que el año anterior. Todo se frenó en el año 2007, cuando Chávez chocó con el Rey y anunció el referéndum para modificar la Constitución, con lo que se incrementaba notablemente la inseguridad jurídica en aquél país para cualquier empresa extranjera.