Radovan Karadzic llegó el miércoles al centro de detención del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) de La Haya. El que fuera líder de los serbios de Bosnia, en fuga desde hace más de 12 años, está acusado de "genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra" por el TPIY.
El horror del nazismo (en la imagen, el campo de concentración de Auschwitz) dio origen al concepto.
Sin embargo, el primer cargo de la acusación no cubre todas las masacres étnicas o religiosas perpetradas en la Historia, y continúa siendo objeto de interpretaciones divergentes... y de reivindicaciones. En Derecho, la noción resulta flexible, en la medida en que es la jurisprudencia la que determina el reconocimiento del genocidio, el delito más grave para el derecho internacional.
Definición de "genocidio" del Petit Larousse: "Crimen contra la Humanidad encaminado a la destrucción de todo o parte de un grupo nacional, étnico, racial o religioso". La RAE apuesta por definirlo como "exterminio o eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de etnia, de religión, de política o de nacionalidad".
El término aparece en 1944. En aquel momento, era un neologismo: al final de la Segunda Guerra Mundial, Raphaël Lemkin, judío de origen polaco, profesor de Derecho en Estados Unidos, acuñó la palabra "genocidio" uniendo la raíz griega "genos" ("nacimiento", "género", "especie") y el sufijo de origen latino "cidio", que implica la idea de matar.
Inicialmente, la palabra "genocidio" se asoció a la Shoah, antes de que su acepción se ampliase en los años 70. No obstante, entre 1946 y 1948 persistió cierta vacilación, especialmente en las Naciones Unidas, donde se había empezado incluyendo la destrucción de un grupo de naturaleza política en la definición de genocidio, antes de eliminar este aspecto de la definición de la ONU de 1948. Algunos historiadores explican que esta supresión es fruto de las presiones de la URSS sobre el conjunto de las Naciones Unidas.
Fue en 1948, con la Convención para la prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas lo reconoció oficialmente. En vigor desde 1951, el texto precisa:
El genocidio, ya sea cometido en tiempo de paz o en tiempo de guerra, es un delito de Derecho internacional que [las Naciones Unidas] se comprometen a prevenir y sancionar.
La Convención condena también "la asociación para cometer el genocidio" y "la instigación directa y pública a cometer genocidio".
A escala nacional, un Estado puede decidir juzgar un genocidio de acuerdo con sus propias leyes. Pero éste es también competencia de los tribunales supranacionales, que, considerando el genocidio un cargo, ratifican de facto su reconocimiento.
Karadzic, el presunto verdugo de Srebrenica, junto al rostro de las víctimas
Durante mucho tiempo, no hubo más que jurisdicciones puntuales creadas para cada ocasión. Fue el caso del Tribunal de Nüremberg, del Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) o del TPIY, que juzgará a Karadzic. Ha habido también jurisdicciones 'ad hoc' creadas localmente por las instancias internacionales, por ejemplo, en Sierra Leona o la República Centroafricana.
Pero, en julio de 1998 se creó la primera jurisdicción permanente: la Corte Penal Internacional (CPI). Con sede en La Haya, Países Bajos, juzga "los crímenes más graves de trascendencia internacional", a saber, "el crimen de genocidio, los crímenes de lesa humanidad y los crímenes de guerra".
La CPI es competente para calificar los genocidios, y presenta la particularidad de intervenir sólo cuando los tribunales nacionales no se hayan atraído determinado caso o cuando "los procesos no se lleven a cabo de buena fe", se precisa en su sitio web.
Como todos los tribunales internacionales nacidos desde 1945, la CPI no puede sentenciar a pena de muerte. El plazo máximo de encarcelamiento es de 30 años, excepto para delitos "de extrema gravedad", como por ejemplo los genocidios, para los que el estatuto autoriza la prisión a perpetuidad.
Reconocida por 106 países desde su entrada en vigor el 1 de enero de 2002, la CPI ha registrado desde entonces la presentación de cientos de denuncias. A mediados de julio, un nuevo caso ha resultado en el reconocimiento con inculpación del presidente sudanés Omar al Bashir, para quien Luis Moreno-Ocampo, el procurador de la CPI, ha cursado una orden de detención internacional.
Las instancias dependientes de la ONU pueden también reconocer ciertos genocidios. Es el caso de la Corte Internacional de Justicia, "tribunal mundial" de la ONU, que puede emitir dictámenes y reconocer así acontecimientos históricos como genocidios. Esto es lo que sucedió el año pasado en el caso de Srebrenica: la CIJ ha confirmado la decisión del TPIY, que había calificado de genocidio, el 2 de agosto de 2001, la masacre de entre siete y ocho mil bosnios en Srebrenica.
Por último, también es competente la Comisión de Derechos Humanos, que, por ejemplo, ha declarado genocidio la masacre de Sabra y Chatila en Líbano en septiembre de 1982.
El término "genocidio" sigue siendo con todo una noción elástica. Hay quienes, incluso en medios universitarios o en la red, afirman que la ONU reconoce sólo tres genocidios. Sin embargo, Jacques Sémelin, investigador del Centro de Estudios e Investigaciones Internacionales (Ceri, por sus siglas en francés), desmiente la existencia de una lista establecida definitivamente y recuerda que el genocidio sigue siendo susceptible de interpretación. Creador de la enciclopedia en línea de delitos de masas, Massviolence.org, subraya ante todo que "el derecho es en primer lugar político":
Cualquiera, tanto Usted como yo, puede valerse del texto de 1948 y emprender diligencias en el sentido del reconocimiento de un genocidio. Es lo que sucedió en Francia con el genocidio armenio, hoy día reconocido por la Ley francesa.
Otras reivindicaciones surgen en una dimensión conmemorativa, por ejemplo, el reconocimiento de las masacres en Ucrania de 1932-33, que causaron de seis a siete millones de muertos, la masacre en La Vendée en 1793, o incluso la de los galos por Julio César, ¡en el que trabaja un historiador! A continuación, las jurisdicciones internacionales se pronuncian y deciden la legitimidad del término.
Y se da también la utilización de la palabra fuera del ámbito jurídico. Por ejemplo, en boca de quienes hablan de "genocidio cultural". En la red, numerosos internautas recuerdan también que Patrick Le Lay, entonces director de la cadena pública francesa TF1, habló de "genocidio" para denunciar la erradicación de la lengua bretona. Fue en la revista Bretons en el verano de 2005.
* Artículo originalmente publicado en el medio digital francés Rue89.
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En fin, que el genocidio se investiga según interese o no al político de turno, según sus intereses electorales o partidistas. Una pena. +
Soitu.es se despide 22 meses después de iniciar su andadura en la Red. Con tristeza pero con mucha gratitud a todos vosotros.
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Algunos países ven esta práctica más cerca del soborno.
A la 'excelencia general' entre los medios grandes en lengua no inglesa.
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