"¿Por qué no usar la religión para disminuir el miedo con Irán?"

Son más de dos metros de imponente carisma e incuestionable prestancia: el Reverendo Jesse Jackson, uno de los líderes afroamericanos de mayor influencia, antiguo activista de derechos civiles y dos veces candidato a la nominación Demócrata para la Casa Blanca, cruza a grandes zancadas los pasillos del hotel madrileño donde se celebra estos días la Conferencia Mundial para el Diálogo entre las distintas religiones.

Angel Díaz- (EFE)

El reverendo Jesse Jackson conversa con el rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdulaziz Al Saud.

Jackson comparte escenario en la capital de España con rabinos, patriarcas ortodoxos, musulmanes de distintas manifestaciones, sijs de la India, ministros evangélicos, monjes budistas y cardenales católicos en un foro que más bien parece una Asamblea de Naciones Unidas de las confesiones.

Más de 200 líderes religiosos, teólogos y especialistas han respondido a la llamada del rey Abdalá de Arabia Saudí para debatir durante tres días "desafíos comunes" e intentar fomentar el diálogo, según recitan los organizadores.

El debate en los pasillos es animado, aunque los delegados no esperan fuegos artificiales ni que se haga la paz en el mundo cuando salgan del hotel tras la clausura del viernes. Algunos opinan que ésta es una maniobra de relaciones públicas de los saudíes para intentar lavarle la cara al Islam más extremista, sobre todo tras el 11-S. Pero Jackson coincide con la mayoría de asistentes en que el mero hecho de esta convocatoria representa un cambio histórico: el rey Abdala es el custodio de lugares sagrados del Islam, y en una cultura que valora profundamente la pureza ideológica, este gesto del monarca con el que le dice al mundo que la diversidad es sagrada requiere una importante dosis de valentía.

Pregunta. Las conferencias sobre diálogo religioso vienen proliferando últimamente, pero ¿tienen alguna consecuencia práctica? ¿No acaban siendo foros para la retórica pero no para la acción?>

Respuesta. Las acciones siempre empiezan por las palabras. En la inauguración de esta conferencia el rey Abdalá hizo un buen discurso que contenía una buena visión. Es positivo que esté utilizando su autoridad moral para reunir bajo el mismo techo a musulmanes, cristianos, judíos, budistas, sijs, y que todos busquen un territorio común. Eso proyecta una imagen del Islam como religión incluyente, no excluyente. Todos somos hijos de Abraham y debemos coexistir. Tenemos que centrarnos en lo que compartimos no en lo que nos enfrenta, y aprender a vivir juntos.

Pregunta. Hace sólo un mes Arabia Saudí patrocinó un encuentro similar en El Cairo y la convocatoria para esta reunión de Madrid se ha producido de forma un tanto precipitada, hasta el punto de que importantes líderes religiosos no han podido asistir porque tenían ya compromisos adquiridos. ¿A qué tanta prisa? ¿Por qué cree que Arabia Saudí organiza esta conferencia precisamente ahora?

Respuesta. Es una cuestión de supervivencia. El rey está actuando en un doble papel de líder espiritual y avezado político porque sabe que la supervivencia de la raza humana depende de que seamos capaces de detener el terrorismo y una eventual guerra nuclear. Cuando hay actos terroristas nadie está a salvo. Y el monarca ha dicho que quienes se involucren en actos terroristas no son un reflejo de su religión sino únicamente de sí mismos, de su propio carácter. Hay muchos cristianos que participan en actos terroristas en nombre del Cristianismo y musulmanes, en nombre del Islam, pero eso no es justo con ninguna de ambas confesiones.

Pregunta. ¿Qué espera de este encuentro?

Respuesta. En esta conferencia hay cristianos y judíos y budistas y sijs que volverán a sus países y transmitirán el mensaje a sus comunidades mediante sus actividades ecuménicas. Tenemos que aplicar la religión para las cosas que de verdad importan en el mundo, como a intentar aliviar la pobreza. ¿Por qué no puede la religión tras una conferencia como esta influir para que mejore la situación en Haití, donde hay mucha pobreza y donde se registraron revueltas recientes por la subida del precio de los alimentos? ¿O por qué no utilizar la religión para convocar a nuestros amigos en Irán y que ayuden a disminuir el miedo entre las partes? De hecho los líderes religiosos iraníes que asisten a esta conferencia ya han estado manteniendo conversaciones bastante fructíferas con representantes de otras religiones y eso es muy positivo.

Pregunta. Son bonitas palabras, pero ¿cree que su propio país, Estados Unidos, está preparado para este tipo de discurso, en especial después del 11-S?

Respuesta. En EEUU hay un gran diálogo sobre la religión en este momento. Entre otras cosas la gente se pregunta si Barak Obama es musulmán o no. No lo es. Obama es cristiano. Pero, ¿qué pasaría si fuese musulmán? A las personas que ejercen la función pública hay que evaluarlas por su visión, su coraje, su carácter, pero no por su confesión. Además hay que entender que las religiones pueden coexistir en la esfera política también. Llevamos demasiado tiempo separados por los muros que han levantado los fanatismos. Pero detrás de los muros sólo hay ignorancia y miedo, odio y violencia. Hay que derribar los muros para que entre el sol y todos estemos más seguros.