Sarkozy entrega la Legión de Honor a Betancourt, que la dedica a sus compañeros de infortunio

París.-  Ingrid Betancout recibió hoy de manos del presidente francés, Nicolas Sarkozy, las insignias de la Legión de Honor que ella dedicó a los colombianos, y en particular a sus compañeros de infortunio en la selva colombiana secuestrados por la guerrilla de las FARC.

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Esta condecoración es para "todos los que sufrieron", "los que no volvieron" y los que siguen cautivos y esperan recobrar la libertad, declaró Betancourt emocionada en un acto celebrado en la terraza del jardín del Palacio presidencial del Elíseo ante miles de invitados al tradicional almuerzo campestre de la fiesta nacional de Francia.

Al imponerle las insignias de Caballero de la Legión de Honor en nombre de la República en medio de los aplausos del público, Sarkozy le dijo a Betancourt, que tiene la doble nacionalidad francesa y colombiana: "es usted un símbolo de esperanza".

"Hace más de seis años que la esperábamos. Bienvenida", añadió el jefe de Estado al referirse a su liberación el pasado día 2 tras estar "en manos de torturadores medievales en uno de los bosques más inhóspitos del mundo".

Tal como hiciera cuando Betancourt llegó a Francia dos días después de su liberación junto a otros 14 rehenes en una operación del Ejército colombiano, el presidente francés prometió seguir "ayudando" para lograr la liberación de los que siguen presos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

"Digna, recta, orgullosa, valiente", Ingrid Betancourt ha sido "un ejemplo para cada uno de nosotros", subrayó Sarkozy, al afirmar que la República francesa le quiere testimoniar su "admiración y reconocimiento".

En el acto estuvieron presentes, además de la esposa de Sarkozy, Carla Bruni, y el ministro de Exteriores, Bernard Kouchner, varios familiares de Betancourt: sus hijos, su madre, su hermana y su ex marido francés.

El jefe del Estado, que rindió tributo a la familia de Betancourt, le dijo a ésta que se quede "el mayor tiempo posible en Francia", donde está segura y "la queremos".

Betancourt, con la voz a veces casi quebrada por la emoción, dijo que no se merecía esta distinción, pero se reconoció feliz por recibirla, y dijo a Sarkozy que contaba con él para que los rehenes recobren la libertad lo antes posible.

Habló en español para decir que dedicaba ese momento "a los colombianos", a los que fueron liberados junto con ella -y de los que fue dando algunos nombres- y a los que nunca volverán, como los diputados de Cali asesinados por las FARC y que se merecen esta distinción "mucho más" que ella, así como a los que siguen cautivos y esperan que "llegue su turno" para recobrar la libertad.

"Tienen que ser liberados muy rápidamente", insistió la ex cautiva, al advertir que éstos ahora son probablemente "peor tratados", con cadenas "más cortas" y menos alimentados.

Betancourt, que lucía un elegante vestido violeta con volantes, tacones altos y llevaba el pelo recogido en un moño, no asistió por la mañana al tradicional desfile militar del día de la fiesta nacional gala.

Después de la entrega de la Legión de Honor, la ex rehén, de 46 años, y su familia se retiraron a un salón del Elíseo para saludar a invitados selectos.

Betancourt, objeto de un torbellino mediático-político desde su llegada a Francia dos días después de su liberación y que hizo una peregrinación al santuario de Lourdes el pasado sábado, tiene previsto irse al campo con sus hijos durante unos días.

Estará de regreso en París para participar en la concentración del próximo día 20, ante el Trocadero, para pedir la liberación de los rehenes que quedan en manos de las FARC.

Betancourt dice que desistió de acudir a Bogotá para la marcha de ese día porque su familia temía por su seguridad.