La decisión de si se puede reflotar el "Don Pedro" se sabrá en septiembre

Ibiza.-  El presidente del Consell de Ibiza, Xico Tarrés, ha señalado que la "voluntad" de la institución insular es reflotar el pecio del carguero Don Pedro que hace un año se hundió a una milla del puerto de Ibiza, donde permanece a 45 metros de profundidad, pero la decisión final se conocerá en septiembre.

La última palabra de reflotar el barco o no, la tendrán los informes encargados a empresas independientes y cuyos resultados se conocerán en septiembre.

Tarrés valora también el hecho de que recientemente se haya autorizado el buceo en la zona. Una autorización que parece señalar hacia la opción defendida desde la máxima institución insular y los sectores empresariales de la isla: convertir el Don Pedro en el mayor pecio submarino del Mediterráneo.

El responsable del Consell, sin embargo, prefiere ser cauto y señala que si ahora se ha autorizado el buceo en la zona es porque los técnicos consideran que no hay ningún riesgo, "mientras la gente no entre donde no debe".

En cualquier caso, insiste, "habrá que esperar para ver cual es la decisión final de los técnicos" para ver si el buque se deja en el fondo del mar o se reflota.

El presidente del Consell recuerda también que el Ministerio de Medio Ambiente le aseguró que la opción que se tome sobre el Don Pedro, no sería un problema de dinero, sino de que el riesgo de sacarlo sea superior al riesgo de mantenerlo hundido.

No obstante, la decisión de sacar a flote el barco hundido se tomará en una comisión de la que forman parte el Ministerio de Medio Ambiente y el Govern balear, además del propio Consell insular de Ibiza.

El hundimiento del Don Pedro, de la compañía Iscomar, se produjo apenas unos días después de que el nuevo gobierno insular hubiera tomado posesión, a las tres y media de la madrugada del día 11 de julio de 2007, después de chocar contra uno de los islotes de Es Daus.

Los 18 tripulantes que viajaban en el buque fueron rescatados con vida por Salvamento Marítimo, pero las más de 150 toneladas de combustible que llevaba en sus bodegas empezaron a manar a través de tres vías abiertas en el casco del buque.

El fuel comenzó a llegar a la costa de la isla llenando de fuel las tres playas más cercanas al municipio de Ibiza: Talamanca, Figueretes y d'en Bossa, en las que fue necesario colocar miles de metros de barreras de contención.

El presidente del Consell insular, máxima autoridad política de la isla, recuerda que los primeros días tras el hundimiento los vivió entre "dos realidades distintas". "Acababa de llegar, de tomar posesión y va y se hunde el barco. No fue una experiencia agradable. Todo se revolucionó y supuso un sinfín de problemas", lamenta.

La huella más valiosa que, a su juicio de Tarrés, ha dejado el hundimiento ha sido el trabajo realizado y la colaboración demostrada por todos. "La gente se movilizó enseguida. Conseguimos de inmediato que todo el mundo estuviese encima tanto desde el Govern como desde el Estado", recuerda.