Chile acogerá el congreso de la Lengua Española que debatirá la influencia de América

Santiago de Chile.-  Chile acogerá en el bicentenario de su independencia el Congreso sobre la Lengua Española que debatirá sobre la influencia de América en el idioma que hoy hablan más de 450 millones de seres humanos.

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(EFE)

La ministra de Cultura chilena, Paulina Urrutia (i), junto a la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, firman el documento para garantizar el desarrollo y éxito del V Congreso Internacional de la Lengua Española, en Santiago Chile.

"El español es un idioma que desde el primer momento se mostró abierto a la influencia de las lenguas originarias, desde el momento en que Cristóbal Colón registró en su diario la palabra 'canoa'", explicó a Efe el director de la Academia Chilena de la lengua, Alfredo Matus.

El Gobierno de Chile y el Instituto Cervantes firmaron el miércoles en Santiago el acuerdo para la celebración del V Congreso Internacional de la Lengua Española en el año 2010 en la ciudad de Valparaíso, a 120 kilómetros al oeste de la capital chilena.

Matus y la Academia Chilena están muy satisfechos; se ha hecho realidad su propuesta de que Chile fuese el anfitrión de esta cita internacional en una fecha tan emblemática como 2010, cuando varios países latinoamericanos celebran el bicentenario de su independencia.

Suya fue también la idea de que el congreso debatiera sobre "América en la lengua española".

"Éste no es un congreso sobre español en América -puntualizó-, sino sobre qué ha significado América como cultura, como historia, como mentalidad en el desarrollo del mundo español".

El director de la Academia Chilena destacó que las tradiciones y lenguas de los pueblos autóctonos han aportado su visión del mundo al idioma español.

"La literatura latinoamericana es una literatura mestiza, una simbiosis cultural extraordinaria, y en eso ha influido la sabiduría de los pueblos originarios", subrayó Matus.

También la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, se mostró entusiasmada ante la perspectiva de "un congreso aglutinador, que va a sumar y que será enormemente enriquecedor para todos".

"Hemos cuidado mucho los contenidos, este congreso será un poco diferente, será un congreso comprometido y que nos aportará mucha luz sobre temas fundamentales para el desarrollo de una lengua que nos hermana a 21 países", comenta a Efe Carmen Caffarel, quien viajó a Chile a presentar esta reunión.

La presentación oficial será mañana en el Palacio de la Moneda, a cargo de la presidenta Michelle Bachelet, la directora del Instituto Cervantes y el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, en un acto al que asistirán también los presidentes o directores de las 21 academias restantes.

"El español nos da ese gran poder de ser 450 millones de personas unidas por una misma lengua con diferentes acentos", destacó Caffarel, secretaria general de los Congresos de la Lengua.

Así opina también la ministra chilena de Cultura, Paulina Urrutia, quien ayer firmó con la directora del Cervantes el acuerdo para organizar esta reunión, en la que participarán más de 200 lingüistas, historiadores, escritores, editores, periodistas, profesores, artistas y empresarios.

"A través de la lengua podemos mirarnos como países, es nuestra gran oportunidad para reescribir la historia, el origen común a través de la palabra que nos une en el imaginario colectivo y nos permite crear", destacó a Efe la ministra de Cultura.

"Historias comunes, futuros comunes" permiten, según Paulina Urrutia, que la lengua española vaya adquiriendo matices locales en los países americanos, donde el idioma "comparte un territorio que no está determinado por los límites geopolíticos".

El V Congreso Internacional de la Lengua Española continuará las tareas de los celebrados en Zacatecas (México, 1997), Valladolid (España, 2001), Rosario (Argentina, 2004) y Cartagena de Indias (Colombia, 2007).

El congreso lo inaugurarán el 2 de marzo del 2010 el Rey de España y la presidenta de Chile, quien pocos días después entregará el mando a su sucesor al frente de la jefatura del Estado chileno.