Lula abandona Vietnam con cuatro acuerdos de cooperación y mejores relaciones

Hanoi.-  El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, concluyó hoy la primera visita de un jefe de Estado brasileño a Vietnam con la firma de cuatro acuerdos de cooperación y el impulso dado al comercio bilateral, que dijo espera que llegue a los 1.000 millones de dólares (636,3 millones de euros) en 2010.

"Los números no hacen justicia al potencial de inversión e intercambio de los dos países (...) el comercio está limitado a productos de bajo valor añadido", aseguró Lula ante el Foro Empresarial Brasil-Vietnam.

La balanza comercial entre ambos países ha aumentado de manera constante en los últimos años y ha pasado de 113,8 millones de dólares (72,4 millones de euros) en 2005, a 204 millones de dólares (129,8 millones de euros) en 2006 y a 323 millones de dólares (205,5 millones de euros) en 2007.

El mandatario manifestó que "es un momento propicio para profundizar las relaciones", particularmente en biocombustibles, construcción, agricultura y energía, y anunció la firma de un memorándum de entendimiento entre los bancos centrales de Brasil y de Vietnam.

El ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, destacó el "interés" mostrado por los vietnamitas en la compra de aviones de fabricación brasileña para uso civil y militar, y en potenciar la cooperación en sectores como el energético, el petrolero y el agrícola.

Lula y su homólogo vietnamita, Nguyen Minh Triet, presenciaron, tras reunirse en el Palacio de la Presidencia de Hanoi, la firma de cuatro acuerdos en ciencia y tecnología, deportes, lucha contra la pobreza y otro que protege los intereses de ambas naciones mediante la creación de una comisión mixta gubernamental.

"Los memorándum que hemos firmado hoy ponen los cimientos legales que abren el camino para fortalecer nuestras relaciones (...) Los dos países están distantes geográficamente, pero comparten una estrecha hermandad", afirmó el dirigente vietnamita.

Triet expresó su determinación para que el intercambio con Brasil abarque todos los ámbitos, y aceptó la invitación que le acababa de extender el mandatario carioca para visitar Brasil "tan pronto como sea posible".

Lula hizo un llamamiento a Vietnam para "trabajar unidos" para liberalizar el comercio mundial, como fórmula para conseguir mayores beneficios para los países en desarrollo, y apuntó la necesidad de intensificar los contactos bilaterales para defender sus intereses comunes en los foros internacionales, sobretodo ante la "inseguridad alimentaria y energética" provocada por la subida de los precios.

"Tenemos la convicción de que los problemas globales no pueden ser resueltos solo por los grandes países", afirmó el presidente brasileño, quien antes de Vietnam estuvo en la Cumbre del G8 celebrada en Japón.

Algunos empresarios brasileños que tomaron parte del foro mostraron un optimismo más moderado y, si bien alabaron el encuentro financiero como mecanismo de aproximación al país asiático, subrayaron la importancia de introducir mejoras.

"Vietnam necesita mejorar su infraestructura básica para poder exportar con mayor valor añadido y aquí es donde hay oportunidades para Brasil", explicó a EFE el consultor Milton Nebuya, y opinó que el comercio bilateral requiere esfuerzo para fomentar el conocimiento mutuo de dos países que "todavía están psicológicamente muy alejados".

Las reuniones de Lula con el presidente vietnamita y miembros del Gobierno y el Legislativo, entre otros, estuvieron enmarcadas con declaraciones de mutua simpatía.

El presidente brasileño recordó la "lucha" de Vietnam por ganar su independencia y afirmó que solo por eso el país asiático "merece el respeto de la Humanidad".

"Me sentí tan orgulloso de la victoria vietnamita como los propios vietnamitas (...) fue la victoria de los oprimidos. Y nosotros nos sentimos copartícipes", apuntó Lula.

Por esa razón, el mandatario sudamericano hizo un hueco en su agenda para saludar al general Vo Nguyen Giap, de 98 años, estratega de la victoria vietnamita sobre Francia y Estados Unidos.

"No podía partir de Vietnam sin visitar al general. Me sentí muy emocionado", contestó Lula a la salida de la casa donde reside el veterano militar en Hanoi.