El dueño de Nuaria, imputado en el caso Totem, niega haber pagado comisiones a Morales

Murcia.-  El propietario del grupo Inmonuar y de la promotora Nuaria, el empresario gallego Manuel Núñez Arias, negó hoy ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Murcia haber pagado comisiones a Juan Morales, ex alcalde del PP de Totana, por un convenio urbanístico y que si lo hizo al intermediario José Antonio Alcántara.

Nuñez fue uno de los cuatro imputados en la operación "Totem" por un caso de presunta corrupción urbanística en la localidad murciana, llamados hoy a declarar ante la Sala de lo Civil y lo Penal del TSJ, que investiga la supuesta relación del citado alcalde en la trama.

Fuentes jurídicas explicaron al finalizar la sesión, que se prolongó durante cinco horas, que Nuñez Arias negó haber pagado a Morales y que si abonó entre "uno o dos millones" a Alcántara por su intermediación en la operación urbanística, que aún no se ha llevado a cabo.

Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil grabaron un viaje a Vigo que realizaron el ex alcalde Morales, su amigo y empresario Gabriel Martínez y Alcántara para reunirse con el promotor gallego, que fue, según el sumario, quien pagó además del viaje y las estancias, una cantidad de 600 euros por una comida de los cuatro.

Según declaró hoy Núñez ante la Sala, el objetivo de la reunión fue pagar la comisión por su "trabajo" al intermediario totanero, pero el promotor gallego, a preguntas de los periodistas, dijo "no saber quien le pidió dinero para Morales".

La sesión comenzó con la declaración del primer intermediario de la operación, Emiliano Ovide, que puso en contacto al grupo gallego con Juan Morales.

Fuentes del caso señalaron que Ovide, que fue quien "tiró de la manta porque (Inmonuar) no le pagaban su comisión", negó ante la Sala haber pactado comisiones y afirmó que lo único que reclamaba eran sus honorarios profesionales como intermediario.

Al no cobrar, Ovide relató la operación al responsable socialista de Totana, Alfonso Martínez Baños, que fue quien denunció los hechos ante la fiscalía de Murcia, y con el que sería el sucesor de Morales en la alcaldía de la localidad, José Martínez Andreo, también del PP.

A continuación declaró ante el juez Julián Pérez Templado, José Antonio Carrocera García, que fue gerente del grupo gallego Inmonuar, y que continuó la operación tras el "alejamiento" de Ovide.

Carrocera afirmó que su tarea era "supervisar las operaciones (que se llevaban a cabo en Totana) y pagar los honorarios de los intermediarios", que dijo eran el citado Alcantara y el empresario Gabriel Martínez.

También compareció Pablo Maceira Galarza, gestor de suelo de Inmonuar y considerado en otra etapa de las negociaciones el representante de Núñez Arias ante Morales.

Según el sumario, Maceira pago cerca de 270 millones de euros por los terrenos de El Raiguero, donde se iba a construir la urbanización con unas 4.000 viviendas y un campo de golf.

Según fuentes jurídicas, Maceira aseguró ante la Sala del TSJ que realizaba las gestiones a través de otro de los intermediarios imputados, Joaquín Carmona, y negó haber tenido relación con Morales en el sentido "de darle comisiones".

La última declaración fue la de Nuñez Arias, que se prolongó cerca de dos horas, quien ratificó sus declaraciones ante la Guardia Civil y que negó haber pagado a Morales, actual diputado de la Asamblea Regional de Murcia.

Según las mismas fuentes, Manuel Núñez Arias, que presentaba un aspecto muy bronceado, dijo que sólo había pagado comisiones legales por la intermediación a Alcantara y que la reunión celebrada en Vigo fue precisamente para entregarle ese dinero, que cifró en entre "uno y dos millones de euros".

A preguntas de los abogados de otros implicados, Nuñez Arias informó que Emiliano Ovide "le pedía dinero continuamente para pagar a políticos de la Comunidad Autónoma (de Murcia), pero siempre se refería al alcalde Morales".